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20 septiembre 2010

Cap. 21 Conclusiones inconclusas

Listooo inmortales despues de casi un mes, les traigo el capitulo, espero les guste en verdad, y ya espero actualizar mas seguido pero tenia un bloqueo!, bueno feliz lectura! saludosss!! xoxoxo [comentenn pliss! xD]


Pude identificar a la persona que nos estaba viendo y no estaba bloqueando la mente, por lo que pude ver lo que ella veía, una imagen de 2 personas que parecían a punto de besarse, había dos cosas que estaban mal, la primera es que una de esas personas era yo, y la otra no era mi novio al que parecía que iba a besar, por lo que rápidamente me zafe de Sebástian, supuse que su hermana quería explicaciones pero a juzgar por su sonrisa, creo que no las necesito, ya que se creó sus conclusiones propias.

-Veo que no debí interrumpirlos, aunque no me podía quedar demasiado tiempo en el baño, sería un tanto sospechoso, pero tú dime a donde y me voy

-Este… no, creo que estas malinterpretando las cosas

-Como digas, pero se mas de lo que creen que se, voy por agua – cuando dijo eso se fue, supongo que hacia la cocina, pero estaba claro que ocultaba algo, ya que no me dejo sondear su mente y a decir verdad no se qué sabia pero era un poco extraño

-Con que… ¿Así es caerle bien a tu hermana, diciéndome predicciones un tanto extrañas?

-No son predicciones pero no sé, le veo algo raro, hay algo que no quiere decir, luego la sondeare

-Cuida que no te escuche, mi prima le daba por escuchar en las paredes las conversaciones que tenia con Ronnie mi primo

-Pues si es el caso, no creo que sea problema, sentiríamos su mente cuando venga

-Tienes razón – no sé porque había una reacción un tanto incomoda a nuestro alrededor, después del acercamiento gracias a mi torpeza, fue como si hubiéramos cruzado una línea, una donde la verdad no sabía si quería estar en ella

-Y hablando de la reina de Roma –dijo Sebástian mientras hacia una mueca de dejar pasar a su hermana como su fuera una reina de verdad

-Gracias súbdito –si que tenia la arrogancia natural de su hermano- bueno tus padres dicen que ya vallamos a cenar –dijo mientras se tomaba un mechón de cabello y empezaba a retorcer como todas las mujeres alguna vez lo hemos hecho, y se dio la vuelta sobre sus puntas, pareciendo una imitación de una bailarina.

La seguimos hacia el comedor donde parecía que entrabamos en el momento preciso, pues parecía que estaban contando una de sus sin fin de aventuras, parecía que no terminarían nunca, me senté entre mi mamá y Mikaela, enfrente de mi estaba Sebástian, y parecía que esta cena no terminaría nunca, ya que entre plato y plato que nos servía Clau, y las risas sin control de los mayores, el cruce intenso de miradas, y mi constante tomadera de agua, lo que pareció para mí una eternidad apenas fue 1 hora aproximadamente, no es que me la estuviera pasando mal, porque no era así, sus historias realmente me gustaban y la plática era muy amena, ya que no necesariamente necesitaba estar escuchando ya que las imágenes se colaban a mi mente y podía disfrutar los momentos, igual o mejor que los demás, pero con tanta imagen me empecé a sentir un tanto aturdida cuando estábamos en el postre, decidí dejarlo pasar mientras saboreaba mi delicioso pedazo de pay de limón, ahí si tenía que agradecer a mi madre de haber comprado mi postre favorito, cuando todos acabaron, los adultos prácticamente nos dijeron adiós con la mirada, por lo que optamos por ver una peli de la tele, no había nada bueno más que la de Si tuviera 30, que fácil la había visto más de 6 veces, pero no me molesto verla, estaba sentada entre los dos hermanos y no me sentía incomoda ya que los sillones me daban un aire de complicidad al taparme la vista de los lados, gracias a que estaban acolchonados, no podía evitarlos pero tampoco sentirme a gusto con estos hermanos, estábamos en la parte en que bailaban Thriller de Michael Jackson, una de las canciones que mas me gustan de él, sin embargo de tantas veces que mi mama a puesto el disco ya no puedo escuchar a gusto sus canciones, notaba la pesadez de mis ojos, y no pude evitar recargarme en la almohada de mi lado, que por cierto olía delicioso, -un momento, eso no es una almohada-pensé, me incorpore en el momento pues no sabía cuantos minutos podría haber pasado así, solo me sentía bien, pero al volver a la realidad supe que no estaba bien, por lo que me excusé diciendo que tenía que tomar una pastilla para la cabeza y me fui a mi cuarto para pensar en cómo me había quedado casi dormida sobre el hombro de Sebástian, y cómo era posible que me sentía bien, por lo que al echarme agua en la cara, me mire en el espejo y solo podía concentrarme en como cian las gotas de agua de la punta de mi nariz, me sentía confundida y no podía permitirme eso, yo no se lo haría a André por lo que me seque la cara con un la toalla y salí para enfrentarme con lo que yo sentía, aunque no tuve que caminar demasiado porque él estaba ahí, sentado en el sillón esperándome con una pose que cualquier fotógrafo quisiera retratar.

-¿Qué paso?, me pregunto un tanto contrariado.

-Nada, me maree y decidí echarme agua en la cara, eso es todo.

-¿Y por qué no usaste el baño de abajo?

-Por qué yo uso el baño que quiera –le dije un tanto enfadada por su repentino estado de preocupación hacia donde iba o dejaba de ir en mi propia casa.

-Pues parece que te sucede otra cosa – dijo mientras se incorporaba.

-En realidad no, así que deja de analizarme.

-Esta nerviosa

-No estoy nerviosa –dije haciendo que mi tono de voz me traicionara

-Creo que si lo estas –y esas palabras hicieron que mi control desapareciera poco a poco

-Creo que estas mal

-Deja de negarlo, en fin solo vine porque quiero probar una cosa –no dejaba de mirarme fijamente y yo no podía desviar la mirada

-¿Y esa cosa es?

-Si te lo digo no tendría mayor chiste

-Dímelo –le dije sin más preámbulos con el fin de que me lo dijera de una vez por todas

-Si eres persistente, aunque no es más bien decírtelo, sino sentirlo

-Bueno que miedo me das, la verdad

-¿Miedo? –dijo mientras se acercaba un poco

-Bueno, es una forma de decir que fue raro lo que dijiste, como si no supieras que así fue

-Supongo que lo sé, aunque me gusta que me lo digas

-Aaaaa –esto ya no era una conversación "normal"- que tal si nos bajamos

-Espera –me dijo mientras me tomaba la mano

-Mejor me lo dices abajo –respondí tratando de zafarme de su apretón

-Las oportunidades no se desaprovechan

-¿De qué oportunidad esta… -no me venía a la mente sus intenciones hasta que su boca cubrió la mía en un dulce roce de labios que en un principio mi mente no daba lugar a lo que estaba pasando, ya que aunque no le respondía mis ojos se cerraron en ese momento y aunque quisiera reaccionar no podía, ya que todos sus pensamientos se filtraron en mi mente como una ráfaga de ideas, podía verme en su mente y más que eso, sentía sus emociones al máximo, como si yo fuera él, no sabía qué hacer y no podía mas, por lo que tuve que separarme de él, no me sentía preparada para abrir los ojos, ya que no sabía a que atender si a mis sentimientos o a mi cabeza, algo que estaba presente era el sentimiento de culpa, por lo que decidí quedarme en silencio, hasta que sentí sus manos sobre las mías, seguía sin poder creerlo, fue un momento muy vivido y sentir su tacto no ayudaba en mi autocontrol por lo que termine abriendo los ojos lentamente, y me encontré con su mirada fija en la mía, todavía no me acostumbraba a esos ojos tan grises y aunque mi mente empezaba a divagar finalmente me dijo:

-¿Qué ha significado para ti? –en un tono que decía "estoy hablando en serio" aunque en realidad no tenía idea de que había significado para mí.

-Creo que no lo sé, aunque estuvo mal

-¿Estuvo mal?

-¿Lo estas preguntando?

-Dime lo que piensas justo en este momento –cuando dijo "justo en este momento" no pude evitar decir:

-En André

-¿Es que no dejas de pensar un minuto en él?

-Ese no es el punto, el punto es que me besaste – me besó- y sentí y pude leer pero…

-¿Es lo único que te importa en estos momentos?

No quería hablar, no quería pensar, lo único que en verdad quería era que este día terminara, no solo por que tenia sentimientos encontrados, sino que no podía hacer esto, no podía seguir con esto por lo que mi decidí decirle que sería mejor que no nos viéramos el jueves, ese beso cambiaba la situación y no solo eso sino que mis sentimientos me traicionaban, una parte de mi quería seguir hablando con él, y otra quería que se alejara, la mente y el corazón estaban en desacuerdo y lo único que me quedo por hacer, fue dejar la situación así, y bajar hacia donde se encontraban mis padres, tenía que dejar todo lo que pasó para que no se me notara en la cara, aunque los ojos son los únicos que no engañan, pero que quería ocultar, ¿el hecho de que me gusto? O el que besar a otro no estaba en mi plan de una "relación", aun así tuve que recurrir a mi parte dramática de un sueño de actriz frustrado para que nadie se diera cuenta de mis verdaderas emociones, con lo que al volver al sillón, entre los dos había una barrera, que ninguno estaba dispuesto a pasar, el por su parte la indignación es lo que emanaba desde su interior, y no lo culpaba ya que yo estaría en el mismo lugar que él, su hermana no se ha movido desde que la dejamos y nuestros padres fingieron que no nos habían visto, aunque yo sabía que a la mirada cautelosa de mi madre no se le escapaba nada, por lo que después tendría que dar una o varias explicaciones al respecto, pero yo solo quería que esta noche finalizara.

Despedida, nuestros padres se despiden tras el gran encuentro que les dejo una noche divertida, prometen volver a encontrarse y deciden dejar la moto de Sebástian ya que no quieren que maneje de noche, así que tendré una parte de él en mi casa, Mikaela está en brazos de su padre, ya que parece tener un sueño realmente profundo, y cuando llega el momento de decirle a él adiós, un simple beso en la mejilla hace el simple trabajo, nada de cruces de miradas ni abrazos, sino como si fuera alguien más, la camioneta se aleja y mis padres cierran las puertas de la entrada, la moto se queda ahí, junto con mi último pensamiento sobre él.

Miércoles por la mañana, mi cabeza parece que va a estallar, los sentimientos de culpabilidad me atacaban entre sueños, mi bandeja de mi celular estaba llena de nuevos mensajes de mis amigas, a los cuales llegue a ignorar, tomar una pastilla para mitigar el dolor y una buena ducha es lo que necesitaba para alegrar un poco mi día, tras haber pensado todo sobre ayer, mi decisión fue no decirle nada a nadie, más que a mi conciencia misma, se que de un momento a otro tendría que decirlo pero si ni yo misma lo podía aceptar ante mis pensamientos, como lo pudiera aceptar ante los demás, tenía que tener un tiempo de reflexión y sobretodo no quería hacerle daño a las personas que quiero en mi vida, entre una de ellas y creo que la más importante en estos asuntos, André, esta vez el simple sonido de la canción de Looking for Paradise de Alejandro Sanz y Alicia Keys, hacen que mi baño hubiera sido la mejor decisión del día, me arreglo el cabello en una simple colita floja con un gran moño amarillo, y me pongo mi habitual uniforme de gala, con un bonito collar café con piedritas amarillas que hacen resaltar el moño y el tono de las sombras doradas que les añadí a mis ojos, me di una vaga mirada en el espejo y salí de mi habitación donde me esperaban mis padres listos con el desayuno, zucaritas listas en un tazón con leche fría, que me devoré, por el simple hecho de que tenía tiempo que no comía cereal, la pasta de dientes despejo algún rastro de comida y me subí de un salto a la camioneta donde mi padre ya me aguardaba, ninguno de los 2 dijo mucho, por lo que seguía en silencio hasta que llegue a mi salón, odiaba tener a primera hora matemáticas, pero eso se acabaría pronto ya que la próxima semana empezaba con exámenes finales, tenía que dejar todo a un lado y estudiar para tener el verano libre.

Una dulce sesión de besos, haciéndonos cómplices uno de otro, mientras los demás piensan que buscamos el color correcto con el cual empezar a dibujar, ahí en el cuarto de materiales somos dos almas que no quieren ser vistas mientras sus corazones responden por ellas, sintiendo el desafío que corre por nuestras venas, besos dulces, besos apasionados y llenos de amor, que tienen que parar por el sentimiento de culpa, alomejor exagero como siempre tiendo a hacer pero no dejo de pensar en que está mal, me separo de sus brazos y lo miro fijamente, me responde con una sonrisa y con una nota mental de –tenemos que regresar- por lo que tomamos las pinturas rápidamente y salimos de ahí

-Se tardaron – dijo Marissa, y aunque sentí que se me subió el color a las mejillas le respondí con naturalidad

-No encontrábamos el color que queríamos, lo siento-

-Ya tomen sus asientos- me dijo y aunque dudo un poco, decidió pasarlo por alto

Ahora tenía un dilema, ¿Qué dibujaría?, tome un poco de pintura azul y empecé a trazar líneas con varias espirales y flores en conjunto, tenía la ventaja de que era clase de pensamiento libre, sino tendría un gran problema ya que mi mente no estaba al 100% en creatividad, y tener a André a mi lado no me facilitaba mucho las cosas pero si me tranquilizaba ya que estaba feliz a su lado, aun así decidí salir al baño aunque sea para tomar aire y despejarme, y aunque el aire estaba un tanto pesado por que se veía que iba a llover, -que hermoso día- pensé.

Las siguientes horas no fueron tan diferentes, tome apuntes, hacia como si pusiera atención aunque solo seguía dibujando espirales por todo mi cuaderno, lo bueno es que no se daban cuenta gracias a que decidí sentarme hasta atrás, nadie parecía notar mi humor, un tanto confuso ya que solía cubrirlo con mis habituales payasadas y tonterías que hacen reír aunque sea a 1 persona, pero en clase con Meester, Clarice si lo notó y yo solo le dije que se trataba por el clima, aunque Meester no nos puso ejercicios específicos, me pregunto si seguía teniendo sueños "premonitorios", le dije que no había soñado nada y me dijo que si llegaba a tener otro que no fuera "usual" se lo dijera, con lo que yo le dije un –Claro Meester cualquier cosa yo te lo hago saber-, aunque no es que fuera del todo cierto.

André se ofreció a acompañarme a mi casa, y aunque quería estar un tiempo sola tuve que tomar una decisión o estar pensando en lo mismo, y en algo en lo que no estoy a gusto o pasármela bien con alguien a quien quiero y que hace que me sienta bien, creo que no fue tan difícil la decisión porque sí, decidí dejarlo todo ya en el pasado aunque solo hubiera sido ayer y no empezar a hacer dramas, como suelo hacer, y ya enfocarme, nos tomamos de la mano y aunque sonara cursi y tonto, deje un peso a la deriva y me deje llevar.

Abro la puerta de mi casa con una sonrisa en la cara, puesto que la risa no falto en el corto trayecto que recorrimos, pero solo el solo hecho de haber volteado hacia donde estaba su moto, hizo que bajara a la realidad, puesto que ya no estaba, así como la sonrisa que se desvaneció al igual que los recuerdos que debieron ser de otro, pero ¿Qué pensaba hacer?, eso aun no lo decido, ya que todavía tenía una llamada por hacer.

02 agosto 2010

Cap. 20 La Cena

OoOlaa inmortales, ya les debia el capitulo, pero tenia un bloqueo =S!, no se si les gustaria que pusiera algunas imagenes de los personajes, solo tengo algunos, no me gustaria quitarles la imagen que tienen de los personajes, pero diganme que piensan, y aver si pongo algunos, espero les guste el capitulo y comenten!!!! xD!! saludoss!!!

Mis oídos habían escuchado claramente esas palabras, pero mi cerebro parecía que no sabía que pensar, ¿es que acaso me confundían?, o seria por la seriedad de sus ojos, no supe cuánto tiempo estuve callada, hasta que vi un flash de cámara y empecé a escuchar unas carcajadas a mi lado, y no sabía si tranquilizarme o seguir a la defensiva, por lo que simplemente le pregunte:

-¿Por qué te ríes y me tomas foto?- le pregunte un poco ceñuda

-Deberías de haber visto tu cara, ¡Oh!, espera, si la puedes ver –me mostro la foto de su celular, con mi cara, de idiota, solo mirando al vacío, como solía hacer cuando pensaba en algo confuso, no sabía que decir por lo que siguió-

-¿De verdad creías que me gustabas?- tenía una sonrisa incontrolable, sabía que cualquier cosa irónica que dijera, se empezaría a reír, pero ¿Cómo bromear en estos casos?, decidí seguirle la broma

-Solo te seguí el juego, era obvio que era broma, jajá, muy graciosa eh, casi me la creo- le dije mientras hacia una sonrisa falsa

-No sabes mentir en estos casos, pero nada me puede disgustar, no con la cara que hiciste, en serio – no sabía si creerle si era una broma, pero su expresión decía una cosa, pero sus ojos otra, no sabía que pensar, por lo que decidí cambiar de tema

-¿No estábamos viendo la peli?

-Se supone, pero hum, bueno, tengo que hacer mi cartulina, es para una exposición de ingles

-Te podría ayudar, no creo que de inglés sepas mucho

-Podrías… arggg, sabes, no sé qué te pasa, eres bipolar- diciendo esto, me pare del sillón, y subí las escaleras corriendo, sentí su mirada fija en mi espalda mientras me iba, pero lo único que podía pensar mientras me tiraba en el pequeño sillón que tenía en mi cuarto, es que debía alejarme de él, de la mejor manera, broma o no, no me gustaría acabar sintiendo algo por él, no cuando estoy con André, sabía que si lo dejaba solo ahí abajo mi mamá me regañaría por dejar a los invitados solos, pero al diablo con esta regla en este momento, me hartaban sus cambios de humor y…

-¿Puedo pasar? –me incorpore rápidamente del sillón y fui hasta la puerta, para verlo recostado en el marco de la puerta desenfadadamente

-Preferiría que no, pero pasa –no me quedo más que decirle que sí, era un poco extraño, ya que es el primer chico que entra en mi recamara, bueno Ronnie como mi primo siempre podía entrar, pero aun así no quito la sensación de rareza

-Bueno, te venía a ayudar a bajar las cosas para tu cartulina –dijo en un tono muy decidido, mientras se sentaba en el sillón donde me encontraba hace rato

-¿Eres bipolar? –le solté de golpe

-Jajajajaja, creo que mi confesión te altero un poco -¿confesión?, que no es broma, odio cuando se contradicen

-No me altero, solo quiero saberlo

-No, no lo soy, ¿feliz?, ahora ¿en qué te ayudo?

Le di mi cartulina, mi estuche de la escuela y unos plumones, no pareció importarle llevarlas y yo solo me baje la lap, para sacar la información, la película seguía en la tele, por lo que decidimos olvidarla y apagar la tele para poner música, no distinguíamos tanto en los grupos musicales, por lo que no tuve ninguna discusión por ello, mi tema era "Diferentes tipos de Baile", mi maestra me prohibió hablar de libros después de que mis últimas exposiciones se trataran de sagas que me gustaran, por lo que tuve que escoger un tema fácil y rápido, mientras Sebástian ojeaba las revistas sin animo alguno, yo me puse a buscar información en Wikipedia, ¡gracias que existe!, pero también no pude evitar conectarme al Messenger, ahí estaba André, por lo que decidí saludarlo

Vale.valentiNaxD!!: oOlaa amor! Qomo stass?? xD!!!

uNbreakable (so): oolaa Valee, bien, solo que un tanto alterado, me falta de acabar muchos apuntes, quisiera sacarles copia, pero dado que toda mi libreta es de puras copias por haber llegado spr tarde, no me van a dejar, como son de mamones los maestros, pero bueno y tú?? =D

Vale.valentiNaxD!!: Ando bien, digo Sebástian no es tan pelmazo como parece [dije pelmazo??, pff bueno], me "ayuda" a hacer mi exposición de ingles

uNbreakable(so): Ah, pues está bien, te diriaa me lo saludas pero sabes que no, asi que dejémoslo así

Vale.valentiNaxD!!: ¿Estass… enojado? :S

uNbreakable(so): No amor, solo que ya sabes que me caga ese tipo, y si no lo sbes ahora sí, aunque es obvio :S

Vale.valentiNaxD!!: Te quiero <3<3<3 x 1OOO

uNbreakable(so): Sbs que yo más =D!!! te dejo porque si no, no acabo amor hahaha, nos vemos mañana xD¡¡

Vale.valentiNaxD!!: Ookkk!! Me saludass a todos xD tqmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmm bsss!

uNbreakable ha cerrado sesión.

-Ya sé que estás hablando con tu llorón, se ve por la sonrisa tonta que tienes en la cara – me dijo Sebástian

-Puedes dejarle de llamar llorón por favor

-No lo creo, pero lo intentaré, oye, esto de ver tus revistas de moda, no es lo mío, mejor te dibujo algo, y me dices que te parece, lo puedes borrar aunque dudo que quieras

-Haz lo que quieras

-Sabes que lo aré, aunque no me lo hubieras confirmado

Ithinkthat2isbetterthanONE: Valentinaa!! CUENTAMELO TODO! –Supe inmediatamente quien era, gracias a que en su foto sale una muchacha con mechas azules, por lo que era obvio de quien se trataba.

Vale.valentiNaxD!!: Jajaja que te cuento??

Ithinkthat2isbetterthanONE: TODO!, sigue ahí?

Vale.valentiNaxD!!: sipp

Ithinkthath2isbetterthanONE: Bueno… comprendo porque estas ocupada Eeeee, te dejoo!! Tee qieroooo!!

Vale.valentiNaxD!!: Yo también chismess!! xD ntC!! Tadoroooou

Decidí cerrar el Messenger hasta que acabara mi trabajo, copie y pegue la información en un documento de Word y la mande a la impresora, una vez impresa saqué mi marcatextos de mi estuche y empecé a subrayar las palabras clave y lo que podría poner de datos en la cartulina, Sebástian no me dejaba ver que estaba dibujando, espero que realmente dibuje bien, no podía ni siquiera echarle un vistazo a su mente dado a mi silencio mental gracias a su presencia, por lo que me entretuve jugando Carta Blanca hasta que termino y podía estar así o más emocionada, había dibujado una pareja bailando a la luz de la luna, todo con un simple lápiz de dibujo que tenía en mi estuche, maldije entre mis adentros que la cartulina estuviera un tanto arrugada, porque el dibujo era hermoso, los cabellos de la muchacha le caían en suaves ondas en la espalda que se fusionaban con el escote de su vestido, y él vestía un traje que lo hacía ver claramente muy elegante, sus rostros eran simples pero al verlo completo se veían fascinante, la luz de la luna le daba los matices perfectos a las sombras dibujadas, ya no sabía si quedarme la cartulina o presentarla, creo que optare por la primera, la podría poner a un lado de mi escritorio donde llegaba a pegar cosas, me sacó de mis cavilaciones al preguntarme:

-Con que te gustó, ¿verdad?

-Tengo 1 solo problema

-¿Cuál?

-Que no sé qué podré exponer mañana, porque pienso quedarme el dibujo

-No seas tonta, fue algo que hice rápidamente, puedo hacer uno mejor, pero como quieras

-Me quiero quedar este, dibujas mucho mejor que yo

-Eso no lo dudo, me gustaría ver algún día lo que tu dibujas – y puso una sonrisa sincera, ni arrogante ni nada, a la que podría acostumbrarme

Escuchamos que se abría la puerta y vi a mi madre cruzar el umbral de la puerta para reunirse con nosotros, por lo que baje un poco la música dado que a ella luego no le gustaban mis elecciones musicales, no creía cuanto tiempo había pasado, pues yo apenas le calculaba 2 horas, pero cuando vi el reloj de la lap me di cuenta que eran un poco más de las 7, el clima te descontrolaba, todavía se alcanzaba a ver el atardecer, por lo que nunca me imaginé la hora, asi que para adelantar mi trabajo imprimí imágenes sobre los tipos de baile de los que hablaría, y ya estaba mi exposición, solo las pegaría en el pizarrón y listo, una manera fácil y rápida, me dispuse a recoger las cosas que había traído y Sebástian me ayudo para llevarlas a mi recamara, por lo que cuando deje todo en su lugar, tome la cinta adhesiva y pegué la cartulina en la pared de mi escritorio, donde se veía muy bien, Sebástian no dijo nada, pero estaba claramente satisfecho de su trabajo con todo y que no era su "mejor" dibujo, salimos de mi habitación, él bajo primero, pero al querer rebasarlo me resbale por no pisar bien el escalón, sentí que me iba de boca, hasta que sentí que me jalaban en brazo y caía en dirección contraria tirando a Sebástian, no me dolió el golpe dado que caí sobre él, no pude evitar la risa que me dio cuando vi su cara, parecía entre enojado, divertido y un tanto asustado aunque no lo quisiera admitir, a pesar de estar tan cerca de él, sentía mi cara un tanto roja y no era a causa de la risa, por lo que me incorpore como pude, seguí sonriendo ante mi torpeza, por lo que supuse que el motivo de su risa.

-Recuerda que no siempre estaré ahí para salvarte de tus caídas – me dijo mientras se sentaba en uno de los escalones

-Gracias, no siempre soy torpe y aunque lo fuera, equis – le dije mientras me daban unas ganas de sacarle la lengua, un acto infantil que no haría en frente de él y menos cuando tenía su sonrisa perfecta ante mi vista.

-No lo eres, solo te distrajo tu impulso de ir primero, me doy cuenta de ello

-Pues, no se supone que las damas son primero, es un punto en contra hacia ti – y mi sonrisa no pudo haber sido más grande por mi afirmación victoriosa

-Pero gano puntos por haberte salvo la vida

-Ese no es el punto

-Pero tengo razón

-Odio que tengas razón, pero yo también la tengo

-Sabes que me encanta tener la razón y puedo considerar que podrías tener una pequeña parte de ella

-No sabes que gran favor me haces

-También me encanta que te pongas de sarcástica. Bueno vamos a bajar no es muy grato una conversación en las escaleras.

Tenía razón en ello, y tras ayudarme con el barandal para no volver a tropezar por si acaso, vi que mi madre estaba poniendo la mesa del comedor, ahora si mi papá estaría satisfecho, no tardarían en llegar, y la verdad yo ya no sabía que más hacer, no es que me diera mi momento de aburrición pero así parecía, llegue al último peldaño sin caerme y Sebástian me espero al pie de la escalera con su sonrisa burlona, este acto hizo que pensara como si fuéramos de otra época y yo estuviera bajando las escaleras de un salón en el que había un gran fiesta, él con su smoking impecable y yo con un vaporoso vestido de fiesta, deseche ese pensamiento ya que claramente estaba un poco fuera de lugar y por qué no quería que se me quedara viendo demasiado tiempo, su mirada era muy profunda por lo que siempre que me veía lo podía sentir, alargo su mano para la que la tomara y en un momento distraído yo también alargue la mía, por lo que al tocar su mano desperté de mi letargo, que probablemente fue un sueño despierto, un tanto extraño y solo pude hacer un mueca de contrariedad, y quitar mi mano rápidamente, camine hacia el comedor sintiendo sus pasos tras los míos, le pregunte a mi mamá que si necesitaba ayuda a lo que me respondió con una negativa, por lo que tuve que regresar a la sala, Sebástian ya estaba sentado en el mismo lugar de hace rato y yo ya no sabía ni que pensar, ¿es que estar con él iba a ser siempre asi?, debería de hablarle del sueño que tuve pero lo más probable es que él también lo hubiera soñado y en ese caso, quisiera platicarlo con él, el jueves cuando vallamos a ver a su tío, para ver si podemos tener algunas respuestas a nuestras preguntas, todo esto estaba en mi cabeza mientras estábamos en silencio, aunque yo veía directamente a la mesita del centro, sentía su mirada en mi perfil, y también oía a mi madre que estaba muy ocupada con los preparativos, Clau estaba claramente de malas, no le caía Sebástian por lo que pude concluir y no la culpaba, supuse que estaría escuchando la conversación.

-…para jugar?, ¡Hey!, ¿Escuchaste lo que dije? – dijo con un tono irritado.

-Perdón, ¿Qué?

- Que si tenías cartas para jugar, ¿asi es siempre contigo?, te la pasas en la luna.

-A veces, bueno ¿Es lo único que se te ocurre?

-Tengo ideas mejores, pero estoy convencido de que no querrías

-Prefiero jugar cartas –me pareció escuchar un "patética", pero decidí ignorarlo, ya que todavía me quedaban unas horas con él, y su familia.

Paso un poco más de media hora y tras evitar una vergonzosa derrota tras parar el juego cuando fue lo justo para mi dignidad, mi papá ya había llegado y estábamos esperando a los padres de Sebástian, me había arreglado un poco el cabello ya que mi mamá había insistido, no era suficiente que en la escuela me lo exigieran sino que en mi casa también, pero me arrepentí de no haberme cambiado también de ropa cuando llegaron los papás de Sebástian, mi papá les abrió el garaje, mientras yo me quedaba en la puerta con Sebástian, la primera que se bajó de la camioneta fue su hermana Mikaela, la reconocí por el espeso cabello café y por qué era lo más obvio, traía unos jeans rotos, lo cual le causo un poco de envidia, puesto que yo siempre he querido unos y nunca me los quieren comprar, debería de empezar a ahorrar, y también traía una muy bonita chamarra cruzada de color violeta, parecía salida de un catálogo de esas revistas de niños, parecía de la edad de mi prima Angelique, su edad real, ya que ella también se veía más grande de lo que era, ¿Qué les daban a los niños de ahora?, yo parecía más chica según algunas personas , y por eso siempre pensaban que Angie y yo éramos de la misma edad, en fin, salió el papá de Sebástian que era claramente muy parecido a su hijo, yo no me veía el parecido a mi papá cuando lo mencionaban pero a ellos dos se les veía que desde el mismo andar hasta la forma de los ojos pero el cabello era el de su madre, no los podía ver claramente y tampoco me iba a acercar más a los cristales, no quería parecer ansiosa.

Entraron y fue cuando pude ver sus facciones claramente, su madre llamada Elizabeth, me dijo que no le dijera "señora", que no le gustaba por lo que podía llamarla Liz, mi madre me hizo una mueca de desaprobación de que no estaba bien, pero la ignore, no iba a contradecir lo que quería "Liz", aparte lo decía de corazón ya que en su mente no tenía nada de extraño, parecía que hasta Mikaela le llegaba a decir asi en ocasiones, ella vestía una bonita falda caqui con un sweater verde claro, le quedaba muy bien ya que le contrastaba muy bien con el color café de su cabello, y por la sombra verde en sus ojos cafés se le llegaban a ver más grandes, me abrazo cuando la saludé y yo le devolví el gesto, luego salude a su papá que claramente de cerca se veía de donde había sacado Sebástian sus increíbles ojos grises, era su viva imagen solo que con más años, dejo su abrigo en uno de los sillones de la sala asi como también el de Liz y la chamarra de Mikaela, ella fue la última en saludarme e igual que su mamá, me dio un gran abrazo, y después me guiñó un ojo, estaba bloqueándome la mente, por lo que no pude saber el significado de su gesto, supongo que no quería que Sebástian también la escuchara, pasamos a la sala donde empezó la típica platica de ¿Dónde estudias?, ¿Qué te gustaría estudiar?, los logros de los hijos, las pláticas de los familiares reconocidos, los gustos en común, y aunque llegaba a dar mi comentario en algunas ocasiones, no era una plática como para estar rebozando de alegría, mi padre pudo ver mi reacción, ante quedarme como zombi por estar mirando fijamente la mesa, por lo que nos sugirió que nos fuéramos a la sala de juegos, ellos nos llamarían para cenar, asi que los conduje por el pasillo, iba tarareando una canción en mis adentros cuando me interrumpió la voz de Mikaela

-Oye Vale, ¿Puedo pasar a tu baño? –lo dijo mirando a Sebástian

-Este, sí, es la puerta del final

-Ahorita los alcanzo, solo que ¿en dónde?

-Bajas la escalera

-Ok, ahorita los veo

Bajamos las escaleras, y me dijo:

-¿Por qué no me dijiste que tenías una sala de juegos? –dijo mientras examinaba la mesa de billar

-Pues, realmente no se me ocurrió –le dije cuando me senté en el brazo del sillón

-Me lo imagino – y no pude más cuando dijo eso

-Oye, mira, sé que tú eres de que dices lo que piensas, y eres un poco hostil, bueno poco no, pero podrías dejar de ver mis defectos y hacerlos obvios, por favor

-No creo que sean defectos – dijo mientras caminaba hacia mi

-¿Entonces como los llamas?

-Más bien, los veo como las cosas que hacen a las personas únicas, pero aun asi me divierte haciéndote enojar

-No me enojo – le dije mientras me paraba y le daba un pequeño empujón en los hombros

-Pero te irrita ¿no?- y me tomo las manos que había dejado caer tras el empujón

-No y suéltame – le dije como juego, puesto que eso era lo que trababa de hacer, que me enojara de verdad, pero no se imaginaria que le seguiría el juego.

-¿Y sino? – me mordí el labio, buscando una buena respuesta, o acción, podría patearlo y así me dejaría, pero opte por empujarlo, pero no debí de haber hecho eso, puesto que solo me zafe de una mano y no dio gran resultado al empujarlo, asi que me jalo en respuesta de mi empujón para no caerse, di un paso hacia atrás, y pisando mi agujeta, me fui para atrás, pero Sebástian me tomo antes de azotar, me quise soltar, pero lo único que pude ver fue su cara a pocos centímetros de la mía.

-Se te está haciendo costumbre –me dijo mientras no quitaba los ojos de los míos, podía sentir sus brazos sosteniendo mi espalda y tenía una expresión que no había visto antes.

-¿Qué está pasando aquí? –dijo una voz que claramente no era la que quería oír.

20 julio 2010

Cap. 19 Conocíendolo

Olaaa inmortales!! espero les guste el capítulo, trataré de subirlos mas rápido, pero la inspiración no es fácil xD!!, comenten pliss!!! su opinión es importante, saludoss!!

Resignación, esa era la palabra que buscaba mi mente cuando me senté en mi sitio habitual de la mesita de la cocina, en una de las cabeceras, era una cómoda mesa para cuatro personas ya que el comedor solo lo usábamos cuando venían los demás, no nos gustaba ya que estaba muy amplio cuando solo comíamos los 3, mi papá puso cara cuando supo que comeríamos en la cocina, -no era propia para el invitado de honor-, pero no dijo nada ya que Clau preparo uno de sus platos favoritos, costillitas a la bbq, y podía sentir que claramente estaba más que encantando, mi mamá seguía estudiándome y yo trataba de ver hacia otro lado, pero siempre me encontraba con esos ojos grises, y lo peor es que mi papá siempre me veía en esos casos y sonreía para sí, -¿Y André que papá?- pensé, pero con todo traté de ignorar sus falsas esperanzas, la comida surgió como si todo hubiera estado planeado, y no me sentía incomoda, sino que estuve realmente contenta ya que mi papá se la paso hablando de lo que llegaba a hacer con el padre de Sebástian, no me equivocaba de la enorme felicidad que tenía, estaba incluso emocionado, y cada relato que contaba me hacia reír, incluso hasta tomando agua, casi sentía que se me salía por la nariz, por lo que tuve que toser para no pasar ese terrible oso, solo pude ver la expresión de Sebástian, que era la de una sonrisa que no se podía aguantar ya que el adivinaba lo que pudo haber sucedido, y me limite a darle una de mis mejores miradas de odio, por lo que su sonrisa de desvaneció, siguió la ronda de preguntas que por lo general los padres hacen, él parecía experto en contestarlas y no dejaba su fachada de –yo soy genial- y a la vez tenía la de un ángel caído del cielo, no fue hasta que dudo cuando él le pregunto.

Y que, ¿no tienes una chica especial hijo? – no pude creer que le haya preguntado eso, sino lo que él respondió:

-No señor, ya que la chica que yo quiero, no está disponible –

-¿Y por qué no luchas por ella?, sabes Valentina yo luche por tu madre, cuando estaba un poco más grande que tú.

-Así es cariño, en ese entonces andaba con Tom, pero nunca quitaste el dedo del renglón verdad, hasta que bueno, es una historia muy larga y me enamoro sin querer –diciendo eso sus mente se remontaba en lo que debió ser el primer día que se conocieron, muy lindo, un poco extraño, pero lindo.

-Buenos tiempos – dijo mi padre, que ahora sus pensamientos se dirigían a como han pasado los años y en su retraso del trabajo.

-Creo chicos que es hora de irme, en la clínica me esperan los pacientes, pero prometo regresar para la cena, nos vemos al rato – se levantó de la mesa mirando su reloj y beso dulcemente a mi mama en la mejilla, al igual que a mí, y le dio un apretón de manos, típico de hombres a Sebástian, salió de la cocina, y supuse que la comida había terminado, por suerte, ya que no podía seguir el rumbo que había tomado la conversación.

-¿Hey Sebástian es tuya esa moto?, -dijo mi padre mientras se asomaba desde la entrada- esta genial, sabias yo antes tenía una moto Harley D. de pista, me encantaba, pero bueno, uno no puede conservarlo todo, de todas formas, si Vale hubiera sido hombre, también le hubiera comprado una moto –que perdón, hombre, ¿yo?- en eso no diferíamos tu padre y yo, pero ya me voy, sino se me hace tarde, que la pasen bien.

-¿Esta nervioso? –dijo Sebástian

-No, solo es así cuando se le hace tarde, habla mucho

-Así es el, pero bueno, los dejo con Clau, tengo que traer unos papeles del trabajo para el próximo número de la revista y luego ir a comprar unas cosas de la cena, no me tardo y haz tu tarea Vale, haz de estar súper atrasada- dijo mi madre, un tanto nerviosa que me quedara con Sebástian.

-Ya lo termine todo, Rox y Alizha me ayudaron

-Bueno, odio dejarlos así, que vas a pensar de nosotros Sebástian, no siempre huimos después de la comida, pero bueno, el trabajo es el trabajo, regreso – y como si todo hubiera estado planeado nos quedamos solos en la cocina.

-¿Estas satisfecho?, engatusaste a mis papás con tu falsa imagen de yo soy todo un caballero.

-Pues lo soy, solo que no lo demuestro a menudo, me gana más la hostilidad, y contigo más, puesto que no te dejas y es mas divertido.

-Obvio que no lo hago, pero bueno, salgamos de aquí, ya conté los imanes del refrigerador por lo menos 10 veces y no empezare de nuevo, aunque ya sepa cuantos hay.

-¿Y cuántos son? –dijo un tanto escéptico y alzando una ceja.

-34

-Veo que no tienes muchas cosas que pensar, o es que no piensas mucho –dijo con una de sus sonrisas de autosuficiencia.

-¿Me estas provocando?

-Podría ser, pero ese no es el punto

-¿Entonces cuál es?

-El que tu dijiste que salgamos de aquí, entonces ¿A dónde quieres ir?

-Vamos al patio, porque luego Clau escucha, ahorita está regando las plantas de la escalera, pero ven, sígueme

Salimos de la cocina, hacia el jardín, supongo que a todos los llevaba ahí porque era de mis sitios favoritos, había pasado los mejores momentos en él y en mi árbol, así que lo invite a que se sentara en el pasto.

-Sabes para ser una persona que conozco de hace días, haz logrado lo que muy pocas –dije mientras arrancaba pedazos de pasto, es un hábito que tenía.

-Creo que no se a qué te refieres, aunque puedo hacerme una idea.

-Pues tu solo compréndelo ok

-Ok, pero me dirás tu "punto" del que hablabas en la cocina

-Pues mi punto es que, no me dejo porque simplemente, me molesta que seas así, me caerías mejor si dejaras a un lado tu capa de acero, porque así lo veo, y con todo y que no puedo leer tu mente, uno aprende a ver el corazón, sí, sé que pensaras que, qué idealista soy o no sé, pero sería bueno que te abrieras más, decir lo que piensas luego es bueno.

-Está bien, aunque luego no digas que soy muy hostil, pero te propongo ya que hoy prácticamente estaré todo el tiempo contigo, solo debes de decir lo que piensas, sin censuras, espero que seas realmente honesta, ya que yo lo seré – decirle todo lo que pasa en mi cabeza, será algo, ahh, perturbante

-Muy bien, ahora sabré lo que las otras personas sienten al saber que puedo leer sus mentes, me gusta ver la forma de las nubes, y lo digo porque pienso acostarme a verlas, te toca – y mientras me acosté en el pasto pude ver que lo pensaba- ¡Hey!, tienes que decirlo todo, no lo pienses, esta es tu idea ¿recuerdas?

-No tienes que recordármelo, pero bueno, empezare con que no tengo una capa de acero, simplemente es difícil de explicarlo, cuando pueda encontrar palabras adecuadas te lo diré.

-Está bien, espero que lo hagas, pero no te presionare, porque solo are que te enojes, y así no será agradable pasar el rato.

-Me conoces mas de lo que pensaba, eres rara

-Al igual que tu, entonces ¿qué quieres hacer?

-Pues ¿te gustaría dar una vuelta en mi moto?

-¿Tienes un trauma con tu moto?, o simplemente es un amor material hacia ella, creo que te encanta

-Tienes razón me encanta, pero no es la única – ok, rumbo peligroso.

-¿Vendrá tu hermana al rato?

-Sí, no la dejarían sola, preferiría que no viniera.

-Que feo eres, que no tu hermana era tu favorita y no sé qué tanto me dijiste en el avión, ¿o era puro choro?

-Digo que no quiero que venga porque se nos pegara todo el rato

-Creo que no será problema, tengo una prima de 14, que aunque sea más chica que yo, no se es extraña, a veces actúa toda extraña, no creo que sea peor que ella.

-¿Acabaste de ver tus nubes?

-¿Porque?

-Porque Clau se acaba de asomar por la ventana con una cara como si yo te fuera a violar

-Que tonto, como crees –y me incorporé para cruzarme de piernas

-Pues no creo que hubiera sido una agradable sonrisa, pero para lo que me vale, como si no me vieran así.

-Pues déjala, quien sabe que tendrá hoy, no ha de ser su día, si ya está empezando a hacer frio, ay que entrar

-Yo no tengo, ¿quieres mi chamarra?-

-Este… no, no gracias – pero ya se la había quitado y me la había puesto en los hombros, Dios, que delicioso olía y aparte estaba calientita.

-¿Y tú?

-Yo estoy bien, los hombres resistimos más el frio.

-De todas formas creo que…

-Antes de que continúes, creo que tienes miedo

-¿A qué?

-A subirte conmigo a la moto

-Eso no es cierto, si a mí me gustan, pero no sé, no es lo mejor

-¿Por qué no?, no seas cobarde.

-Ok, solo porque nadie me llama cobarde por algo que ni al caso, pero esta bien, diremos que vamos a la papelería, aparte tengo que comprar una cartulina

No puedo creer que accedí, una vez que me puse el estúpido casco, me veía como una rockera, ya que obviamente me fui a cambiar de ropa, mis jeans favoritos, una playera gris que decía "NO DIRECTIONS", y una sudadera negra, le trate de dar su chamarra pero el no quiso ya que dijo que la necesitaría si es que iba a ir con él, así que mi imitación de Joan Jet, con casco estaba lista para probarle que no tenía miedo, la tarde cada vez se hacía más gris, así como los ojos de Sebástian, parecía que estaba a juego con las nubes, y no se podía ver mejor –ok, yo no pensé eso-, abrí el garaje y sacamos la moto, tenía las llaves en mi bolsillo como siempre y fue cuando Sebástian arranco la moto, cerré el garaje y vi a Clau viéndonos desde la ventana con su gesto de desaprobación, la ignore puesto que no era el momento de juicios, Sebástian ya estaba sentado en ella por lo que yo lo imite.

-¿Lista?

-Lista

-Bueno sujétate fuerte, ya que lo necesitaras –pase mis brazos alrededor de su cintura y pude sentir la tensión de sus músculos a través de su sudadera gris, coincidencia de color, a lo mejor, no pensaba en el cuándo me cambie, sino en el clima.

Arrancó sin dejarme asimilarlo y no se limitó solo a andar, sino a meterle velocidad, debí de haberlo pensado antes, pero no me desagradaba la sensación de que el viento se llevara mi cabello con todo y el casco, la adrenalina la sentía al tope y sabía que tenía una tonta sonrisa en mi cara, empecé a reírme sin motivo alguno, y eso hizo que Sebástian girara un tanto la cabeza para verme –Hey cabeza al frente ok, no quiero accidentes, a la vuelta esta la pape- se rio de mí, ya que debí de haber sonado como abuelita, pero pareció mas divertirle que frustrarlo, sabía que no podía hacer nada, ya que ahora él estaba al mando, parecía, que se iba a pasar un alto, pero descendió la velocidad para no tener que dar un fuerte enfrenan.

-¿Me puedes decir que es tan divertido?

-Todo

-Bueno no es la respuesta que esperaba, pero me gusta tu risa, y no me digas que hacer, yo sé lo que hago- pude ver su sonrisa por los espejos de la moto, y supe que estaba disfrutando el momento así como yo, pude vernos en el reflejo de un local y después dimos un fuerte arrancón para dar la vuelta, le di un pequeño toque en el hombro para indicarle donde estaba, con lo que el tubo que frenar, y yo me sujete fuertemente.

-Ya llegamos, abre los ojos –ni me había dado cuenta que los cerré a la hora de frenar - puedes hum soltarme, vamos a bajar.

-Perdón

-No te preocupes, yo también tuve que frenar como loco, olvida que dije eso ok.

-Me parece

Entré en la papelería, donde me quite el casco y mi cabello estaba revuelto, lo tenía un poco electrizado y alborotado por el viento pero no me importo –Buenas tardes, me podría dar una cartulina azul por favor-, el señor detrás del mostrador, a veces era un cascarrabias, pero tenía la papelería bien surtida, así que no me molestaba ir ahí por lo que necesitara, regreso con mi cartulina enrollada, le pague y salí, algunas de las personas que se encontraban en la calle, miraban directamente a la moto y en el caso de las chicas miraban directamente a su dueño, el cual ni se inmutaba de verlas, él estaba junto a la moto, parecía modelo promocionando la moto y con el cabello alborotado se veía mucho mejor.

-Bonito cabello -me dijo mientras tomaba un mechón de mi cabello y después lo dejaba caer.

-Gracias, sé que te gusta –le dije en un tono de broma

-La verdad es que si, con todo y que parece un nido de pájaros, vamos sube, hay que aprovechar el tiempo –traté de ignorar su desagradable comentario.

-Una vuelta más y ya, porque tenemos que regresar rápido, sino Clau nos acusara

-Pues yo creo que tu padre no objetaría nada, estaba muy complacido conmigo

-Pues con el no tengo problema, sino con mi mamá, así que vamos

-Sabes tus ojos se ven grises ahorita

-Es por el reflejo de la playera y el clima, pero los tuyos se ven más claros de lo normal

-Cambian, como los tuyos, pero aun así me gustan más los tuyos, sube, no pierdas el tiempo, luego podrás admirar mis hermosos ojos

-Si así lo dices – y le di un ligero codazo al subirme, con lo que pude sacarle una brillante sonrisa.

Regresamos a la casa tras pasar por la escuela y dar una vuelta a la manzana completa, pero por la velocidad en que íbamos solo fueron unos minutos, mi cartulina estaba toda arrugada y no me importo, el paseo fue de lo mejor y solo quería volver a experimentarlo.

-Ya que he visto que no eres cobarde, tal vez un día te gustaría que te enseñe a manejarla, no es difícil

-Pues tengo que pensarlo, a parte yo no podría manejar como tú a esa velocidad, si no fuera porque puedes sondear el tráfico, no me hubiera sentido segura, de todas formas gracias por el paseo, fue rápido.

-Cuando quieras, ya vez si hubieras accedido a la primera…

-No estaríamos ahorita aquí

-Podrías tener razón

-¿Quieres ver una película?, es eso o un juego de mesa, no tengo más, futbol quizás, pero me ganarías y seria patético, o bádminton soy experta en ese deporte pero por el aire no sería bueno, así que tu dime.

-Voto por la peli, pero si yo escojo, no me gustaría que me pusieras una sentimental y después tuvieras que llorar en mi hombro

-No planeaba eso

Le enseñe donde estaban los dvd's de la sala y el empezó a buscar mientras yo le pedí a Clau que hiciera las palomitas, cuando ella me dijo que había estado sonando mi teléfono, subí rápidamente a mi habitación y vi que tenía 3 llamadas perdidas de André, ¿le llamo o no llamo?, le mando mensaje, no, ya teclee su número y me respondió al segundo timbrazo

-Hola Vale, ¿Cómo estás?

-Bien, ¿tu?

-También, solo que la tarde está bien triste, te extraño, ¿Qué haces amor?

-Pues fui a la pape con Sebástian, es que se quedó a comer, y es una larga historia, ¿André? - le dije, pues se habia quedado mudo.

-Ah, bueno, si está bien, digo que bueno que te acompaño, para que no andes sola por ahí, pero, bueno, ahh, nada Vale, hablamos mañana, no quiero ponerme heavy, entonces no hay problema yo confió en ti

-Gracias amor, mañana te cuento todo, te quiero

-Yo también, adiós.

-Adiós

Valla que duro es eso, pero André por lo menos ponía de su parte, pero ni modo que le contara todo por teléfono, dejé la cartulina encima de la cama, baje la escaleras y Sebástian ya estaba sentado en el sillón comiendo a gusto las palomitas, hizo un ademan de que me fuera a sentar a un lado y así fue, en la tele estaban Los Ángeles de Charlie y le pregunte:

-¿Con que te gusta Cameron Díaz?

-No es eso, sino que es de mis favoritas, así que toma palomitas si es que quieres, ya se van a acabar

-Parece que mi casa es la tuya

-¿Pues no es así cuando somos amigos?

-Pues sí, supongo

Empieza la peli, no pensé que fuese de sus favoritas pero tampoco quería preguntarle, todavía traía puesta su chamarra y no pude evitar oler su loción, era hipnótica, por lo que me la quite y la deje a un lado, el me miro pero volvió a la película, tome palomitas y los dos no dijimos nada en un tiempo hasta que el rompió el silencio diciendo:

-¿Quieres saber de quién estaba hablando con tu padre? – sus profundos ojos estaban claramente posados sobre los míos, y no podía bajar la mirada de ellos

-¿Hablando de qué? -me agarro desprevenida por lo que no pude captar a donde iba la conversación.

-Sí, de que si me gustaba alguien, y que yo le dije que ella estaba ocupada

-Ahh de eso - no, no vuelvas al tema

-Responde con sinceridad, quieres saber, recuerda que estamos comprometidos a decir todo lo que pensamos

-Pues ya dime, bien que quieres decírmelo

-Y tú lo quieres saber

-Suéltalo - le dije sin llegar a afirmar o negar nada.

-Pues, es una persona que acabo de conocer

-Ya Sebástian, tú no eres de lo de rodeos, ya dilo - me empezaba a desesperar las vueltas que le daba.

-Puede que tú ya lo sepas, porque eres tú – dijo y diciendo eso me dejo sin palabras, por lo que no pude pensar más, ya que estaba perdida entre lo que dijo y sus ojos, ¿en que me estaba metiendo?, no lo sabia... aún.

14 julio 2010

Cap. 18 La moto

Sonó el despertador, mi mejor amigo de todas las mañanas y trate de detenerlo alargando el brazo, pero termine a un lado de la cama con las cobijas enredadas entre mis piernas, mi sueño había acabado, y aunque en realidad el golpe no me dolió, no pude evitar caer en el brazo que tiene el moretón que me hice en Argentina, y supuse que se me haría más grande, no pude evitar pararme y verme al espejo, con menuda pinta que estaba, el cabello todo alborotado, y con unos ojos de dormida que no podía con ellos, me subí la manga de mi pijama de algodón y fije mi vista claramente en el moretón, no es que me importara llevarlo sino que tenía un feo aspecto y dolía, no es que fuera vanidosa, pero verlo sugería que no he tenido muchas suerte en estos días, me resigne y me baje la manga, tenía que ir a la escuela y pensar en que le iba a decir a Sebástian cuando lo viera, -¡Hola!, ¿Cómo estás?, Volví a soñar contigo, ¿A qué hora nos vemos?, hum no creo que sea tan difícil, empecé a hacer mi cama y cuando estuvo finalizada entre al baño, puse una canción de Madonna - Open your heart, y cante mientras me bañaba, el baño hizo que me desperezara y cuando salí de la regadera mi espejo estaba empañado como siempre sucedía al bañarme, ya no tenía los ojos adormilados, y me sentía lista para la escuela, ¿lista para la escuela?, sí que estaba mal.

Desayune en calma, un vaso de jugo y un pan tostado fue suficiente, con el uniforme listo, el cabello peinado para que no me dijeran nada las orientadoras, me lave los dientes y fue cuando me subí al coche para irme a la escuela, la mañana estaba un tanto fría pero como me tocaba pants, ni chamarra me llevé, venia escuchando en la radio una canción de Iskander – A labio dulce y mi papá solo me veía cantar en el corto trayecto, me baje antes que se acabara la canción y camine directamente a mi salón, mis amigas me esperaban, las abrace y pude "oír" lo mucho que tenían que contarme, quería saber si habíamos ganado el "concurso de música", ya que esa era la excusa que todos poníamos, y los directivos también lo cubrían, y con la excusa de que solo entrabas a la "banda" por invitación, pues los que estábamos éramos los privilegiados aunque no por nuestros dotes por los instrumentos, les conté que habíamos perdido en nuestro primer concurso, pero que tal vez podría haber otro.

-No sabes lo mucho que te extrañamos idiota –me dijo Alizha de broma.

-Yo también Alfonsina –no hubiera dicho eso, ya que se me aventó como salvaje, haciendo que casi nos cayéramos enfrente de todos los que se encontraban en el salón.

-¡Cállate!, nadie me llama así Valentine, sabes que lo odio

-Si es verdad, perdón Alizha – le dije un tanto culpable

-Pero si Alizha ni se parece a Alfonsina, ¿porque te pusiste así mensa? – le dijo Rox mientras la aventaba suavemente.

-Pues porque me gusta, y de chiquita como me gustaba Alicia en el país de las maravillas, no podía pronunciar "Alicia" y le decía Alizha, así que todos me empezaron a decir así, y punto –le contesto toda orgullosa Alizha

-Pues Alfonsina también es muuuy original – dijo Rox y no pude evitar reírme ante la cara de las voy a matar que tenía Alizha.

-Me voy a mi salón, me toca mate, pero en la próxima clase que nos toca juntas las matare –dijo tratando de parecer ruda y se fue con sus aires de diva.

-Sí que le afecta que le digan así – me dijo Rox y fue cuando la maestra de química entro y todos nos pusimos en nuestros respectivos lugares, la verdad es que odiaba que nos mezclaran tenía amigos en todas partes, pero no era muy divertido, todos habíamos hecho una propuesta para el próximo año de que tuviéramos grupos normales, espero que si se apruebe porque no me gustaba, ya ni vi a Clarice, ni a André, el tiempo se pasó muy rápido, empecé a copiar los ejercicios en el pizarrón y para mi suerte no sabía nada, no hice los ejercicios y empecé a copiar los apuntes, diciéndole a la maestra que se los daría mañana, bueno con excepción de copiar un ejercicio resuelto para darme una idea de cómo hacerlos, acabe la clase por fin y cambie para entrar a Filosofía, no había tenido clase desde hace 1 semana, y creo que estaba atrasada, lo que no contaba es que esa clase también me tocaba con André, nos saludamos con un abrazo intenso y un beso en la mejilla y nos sentamos hasta atrás ya que ninguno de los dos queríamos poner atención, estuvimos platicando sobre ayer y obviamente yo evite el tema –Sebástian- para evitar problemas, él se encontraba muy feliz, al igual que yo con todo y mi caída triunfal, me rayo la mano y parte del brazo al estar jugando y el profesor nos mandó callar varias veces, no quería que nos sacara, así que empleamos las notitas, había muchos te quieros, corazones, babosadas y risas reprimidas, se acabó la clase y fuimos al receso, busque a Clarice con la mirada pero no la encontré, traté de sondear su mente y tampoco, alomejor no fue a la escuela, pero entrando en la cafetería ahí estaba con Esteban, Astrid y Josh, platicando abiertamente, me senté junto a ella ya que tratar de sorprenderla era algo muy inútil, y nos abrazamos, André se sentó al cabo de unos minutos por que había comprado unos chicles e inmediatamente se acabaron por que todos le pidieron, se encogió de hombros y tiro el paquete a la basura, el viaje nos unió, ya que antes no nos hablábamos entre clases y ahora parece que somos viejos amigos platicando de tonterías, sonó el timbre y yo maldecí entre mis adentros del poco tiempo que nos daban y me encamine a Educación Física, me tocaba con Esteban, así que nos fuimos juntos.

-¿Todo bien con Mr. Andrew? – me pregunto Esteban mientras caminábamos hacia la cancha, mientras esbozaba una sonrisa picarona.

-Todo bien – le dije mientras le golpeaba suavemente el hombro

-Qué bueno, tu sabes, me cae bien, me caes bien, sean felices ¿no?

-Que pacifico resultaste

-No es pacífico es ser realista, digo que sus problemas tenia solución y lo primero era hablarlos, sabes, yo impulse a André para que hablara contigo en el avión, estaba todo indeciso y yo le dije que el que arriesga no gana y bien que tenía razón.

-Gracias, no lo sabía.

-Supongo que no haz hurgado en mi mente, aprecio eso, gracias por no meterte en mis pensamientos.

-Eso trato

-Bueno pues gracias por eso

La clase fue de lo peor, todavía me dolían los golpes y mi profesor que esta medio virolo, hizo que corriera por la cancha por lo que tuve que fingir que me sentía muy mal, y me dejo sentarme con tal de no escuchar mis quejas, mi día paso un tanto aburrido, pero entre que contaba la historia de la "banda" y tomaba los apuntes que me faltaban para no hacerlos de tarea, me canse, así que cuando sonó la campana para salir, fui de las primeras en la puerta, para mi suerte haberme quedado sin receso por terminar los apuntes dio resultados, André que venía con la mochila a reventar no se paraba de quejar y Rox y Alizha, sonreían burlonamente ya que como se ofreció a cargar mi mochila, parecía maletero, pero al llegar a la entrada le dije que mejor me la diera, al fin no pesaba, solo traía mi libreta de siempre y mi estuche, ya que ya había repartido los regalitos a mis amigas, que en el momento en que se las di, se pusieron inmediatamente sus pulseras, pero bajando las escaleras de la entrada, todo el mundo miraba en una dirección en especial, al lado del estacionamiento había una flamante moto negra con gris, no reconocía la marca desde donde me encontraba, Rox exclamo un –wow- y Alizha un –oh-, ya que estaba impresionante, nadie había llevado una moto antes, y tras sondear la mente de algunos de mis compañeros, supe de quien era la moto, baje sin ver los escalones y cruce la calle un tanto apresurada, y no vi cuando alguien salto a mi espalda.

-¿Me extrañaste? –me dijo una voz muy conocida, mi amiga de las mechas azules

-Claro que si Julieta, 24 horas sin ti, es demasiado – le dije exagerando mi tono a uno más dramático.

-Yo lo sabía – y me dio un beso en la mejilla

-¿Dónde está Clarice?, les quiere presentar a alguien

-Va a cruzar la calle en 3, 2, 1

-¡Hola Julieta!, ¿Qué haces por aquí? –le dije Clarice y la abrazo.

-Pues aquí, acompañando a Bástian, pero antes de que vallas hacia el Val, les presentare a Marissa, los 3 venimos, puesto que se nos antojó, salimos temprano por que no tuvimos la última clase, espera –Marissaaaaaaaaa- , ahí viene.

-Gracias a que me llamaste, estar ahí con Mr. Bass, rodeado de gente, no es bueno, ya que como sabes empezó a alardear de estúpida su moto –dijo Marissa, era una muchacha de estatura mediana y cabello café obscuro un tanto ondulado y en capas, vestía unos jeans entubados, una playera con una guitarra con brillitos, y una sudadera negra que llevaba atada a la cintura.

-Por eso nosotras venimos en el carro querida, bueno te quiero presentar a mis amigas, Clarice y Valentina – dijo mientras nos señalaba con la mano y la saludábamos.

-Tu chico vendrá ahorita, no está muy contento –Clarice nos advirtió

-¿Tu chico?, uuu ¿Quién es?, no lo era Sebas…. –y Julieta le tapó la boca con una mano, mientas esbozaba una sonrisa.

-Hola Jul y amiga de Jul, veo que tu amigo no se cansa de aparecer.

-Pues ya vez, es un tanto impulsivo y ella es Marissa –le dijo Julieta, alzando los hombros en señal de resignación, mientras André saludaba a Marissa.

-¿Cómo supieron dónde estaba la escuela? – les pregunte

-Seguimos Sebástian, el sabia el camino – dijo Marissa

-Bueno creo que lo iré a saludar- dije

-Voy contigo –dijo André

-Ok, ahorita regresamos- y Julieta y Clarice solo pensaban que esto se pondría bueno, Marissa no sabía que pensar ya que no estaba enterada del todo.

Caminamos hacia donde se encontraba Sebástian con su flamante moto y antes de llegar un coche nos tocó el claxon, era Jack, tenía prisa ya que ni no tenía previsto estacionarse, André capto el humor de su hermano y solo lo miro con ojos de odio, se volteó hacia mí y me dio un beso rápido en los labios, y miro hacia donde se encontraba Sebástian –que infantil eres amor- le dije, y dándome una sonrisa fue por su mochila y subió al asiento del copiloto, Jack me saludo con la mano mientras aceleraba furtivamente como tanto le gusta y se fueron, todavía estaba medio atontada por lo rápido que surgieron las cosas, capte la mirada de Julieta y me hizo una seña de –a lo que ibas- y me voltee para ver a Sebástian.

-Hola Vale, ¿bonita sorpresa no es así? – me dijo ignorando a las chicas con las que estaba hablando.

-Preciosa, Sebástian – las chicas de mi escuela solo me miraba con envidia tras pensar –como es que lo conoce-, a lo que yo les respondí con una sonrisa un tanto sarcástica.

-¿No te gusta mi moto?, a todas les encanta y mas quien la lleva –me dijo guiñándome un ojo.

-Estoy de acuerdo con la 1era parte, ¿es una Suzuki?

-Bien, por lo menos tu si sabes de motos, –dijo haciendo énfasis en la palabra tú, mientras veía a las chicas que estaban viéndolo-, o por lo menos diferenciar marcas –haciendo ahora sí que se fueran sus admiradoras recientes, es una Suzuki King-B.

-Por lo menos tienes gusto para las motos, a mi papa le encantaría, por cierto vi una foto de tu padre, puesto que curiosamente era mejor amigo de mi papá.

-Pues si es que es coincidencia, al igual que soñar otra vez contigo –dijo mirándome fijo a los ojos .

-¡Hey Vale! –buen momento para interrumpir, gracias Julieta-pensé

-¿Qué paso Julieta? –le dije

-Ya nos vamos, aparte Clarice ya se fue y se me hace tarde para llegar a mi casa, vamos a estudiar para mate, voy pésima, mi maestra es un asco y Marissa me ayudara, así que nos vamos, ¿luego me darás un tour por tu escuela?, ¿también de chicos?, no es broma, bueno… sí, sí lo es, adiós, adiós, Sebástian ¿tú te vas después verdad?

-Si –le dijo mientras que los dos sabíamos que no tenía urgencia para irse, -no se le puede mentir a unos mentalistas-, se despidió de nosotros al igual que Marissa.

-Parecía nerviosa

-¿Tu crees? –me dijo en un tono irónico, mientras veíamos como salía un Jeep plata del estacionamiento, y nos saludaban ansiosamente mientras pasaron enfrente de nosotros.

-Entonces… ¿Te llevo a tu casa? –me dijo mientras hacia una sonrisa irresistiblemente seductora.

-No gracias, vivo cerca y puedo ir caminando

-Te puedo acompañar mientras llevo la moto

-No gracias de nuevo, aparte, ¿no tienes cosas que hacer? –le dije en un tonto un tanto cortante y me arrepentí de ello

-Así conocería a tus padres y podríamos tener su autorización para lo del jueves, ¿no lo crees? –maldición, sabe que no le voy a poder decir que no, aparte como tu dijiste no tengo nada que hacer.

-Voy por mi mochila –dije mientras entornaba los ojos y cruzaba la calle, algunas miradas curiosas me seguían con la vista y yo trataba no mirarles ya que con sus pensamientos tenía suficiente, supongo que Sebástian se estará divirtiendo de todo, Esteban se me quedo viendo con una cara de -¿Qué onda amiga?- con lo que yo le respondí con un gesto de hablamos mañana, baje las escaleras sin despedirme de nadie y volví a cruzar la calle donde se encontraba.

-Mañana será un día muy divertido para ti.

-Limítate a seguirme y espero que no hables mucho.

-Sabes que no será así, si te subieras a la moto no hablaría pero como no quieres, tendré que entretenerme mientras llevo la moto en punto muerto ¿no crees?

Llegamos a mi casa en menos de 5 minutos, abrí la puerta con mi llave, y tuve que sostener a Zulley mientras abría la puerta del garaje para que Sebástian pudiera guardar su moto, estaba el coche de mi papá, uno de los días que veía a comer, tenía que ser este.

-Bonito perro –dijo mientras le acariciaba las orejas.

Entramos a la casa y escuche la música de fondo que siempre ponían para comer, estaba Luis Miguel cantando Tu mirada, ya me había acostumbrado a sus canciones, ya que mi mamá es una fan innata de él y aparte tenía buenas canciones, así que no me desagradaba, pero tenía que pensar que les iba a decir a mis padres, aunque ni pude pensar porque mi mamá grito:

-¿Vale, ya llegaste? –no soy Zulley abriendo la puerta pensé, me dirigí a la sala y le dije a Sebástian que se sentara en uno de los sillones, lo cual hizo que dudara pero por fin accediera.

-Sí, oye podrías venir un momento con papá, tengo que presentarles a alguien –les dije con una voz un tanto nerviosa.

-Claro cariño, un momento – mientras escuchaba en sus pensamientos papá estaba pensando–a quien será ahora, la semana pasada fue al disque novio-, y Sebástian tendría que estar riéndose por dentro, por lo que le lance una mirada un tanto amenazadora, mi mamá y mi papá entraron al mismo tiempo y solo se quedaron viéndome hasta que vieron a Sebástian, él se paró en el momento en que yo lo hice y mi papá dijo:

-Eres igual a tu padre cuando tenía tu edad- su voz se notaba un tanto asombrada, estaba igual que yo cuando vi la foto anteriormente.

-Así es señor, siempre me lo han dicho, Sebástian Ferreyra, mucho gusto –le dijo estrechándole la mano, y después saludando a mi madre que se había quedado un tanto fuera de la conversación por estarme viendo, y aunque trataba de ocultar sus pensamientos, era realmente obvia y solo podía pensar que en que líos me estaba metiendo.

-En ningunos –dije contestándole a mi madre, la cual se sobresaltó, ya que no era propio que le contestara a lo que pensaba, solo lo hacía cuando estaba enojada y ese no era el caso.

-Bueno Sebástian, ¿Cómo están tus padres?, los saludas de mi parte por favor

-Muy bien señor gracias, yo les mandare su saludo.

-Pero hombre, hasta hablas igual que él, estoy impresionado, ¿no te quieres quedar a comer?

-Sería un gusto pero, tengo que llegar a casa, avise que llegaría tarde pero no me gustaría causarles un disgusto –que propio habla caray, tiene embobado a mi papá con unas pocas palabras.

-Pero si eso no es problema, ¿Qué tal si te quedas con nosotros a comer e invitamos a tus padres a cenar? –no le dio tiempo de responder ya que fue directamente al teléfono, nunca lo había visto tan así, supongo que al ver a Sebástian, recordó su época de adolescente, así que no quise reprocharle nada, cuando estaba entablando conversación con su viejo amigo, mientras yo me volvía al sillón, pensado lo extrañara que será mi tarde, Sebástian, me miraba fijamente y yo no podía apartar mis ojos de los de él pero lo único que podía pensar era en que a André esto no le gustaría nada.