Sonó el despertador, mi mejor amigo de todas las mañanas y trate de detenerlo alargando el brazo, pero termine a un lado de la cama con las cobijas enredadas entre mis piernas, mi sueño había acabado, y aunque en realidad el golpe no me dolió, no pude evitar caer en el brazo que tiene el moretón que me hice en Argentina, y supuse que se me haría más grande, no pude evitar pararme y verme al espejo, con menuda pinta que estaba, el cabello todo alborotado, y con unos ojos de dormida que no podía con ellos, me subí la manga de mi pijama de algodón y fije mi vista claramente en el moretón, no es que me importara llevarlo sino que tenía un feo aspecto y dolía, no es que fuera vanidosa, pero verlo sugería que no he tenido muchas suerte en estos días, me resigne y me baje la manga, tenía que ir a la escuela y pensar en que le iba a decir a Sebástian cuando lo viera, -¡Hola!, ¿Cómo estás?, Volví a soñar contigo, ¿A qué hora nos vemos?, hum no creo que sea tan difícil, empecé a hacer mi cama y cuando estuvo finalizada entre al baño, puse una canción de Madonna - Open your heart, y cante mientras me bañaba, el baño hizo que me desperezara y cuando salí de la regadera mi espejo estaba empañado como siempre sucedía al bañarme, ya no tenía los ojos adormilados, y me sentía lista para la escuela, ¿lista para la escuela?, sí que estaba mal.
Desayune en calma, un vaso de jugo y un pan tostado fue suficiente, con el uniforme listo, el cabello peinado para que no me dijeran nada las orientadoras, me lave los dientes y fue cuando me subí al coche para irme a la escuela, la mañana estaba un tanto fría pero como me tocaba pants, ni chamarra me llevé, venia escuchando en la radio una canción de Iskander – A labio dulce y mi papá solo me veía cantar en el corto trayecto, me baje antes que se acabara la canción y camine directamente a mi salón, mis amigas me esperaban, las abrace y pude "oír" lo mucho que tenían que contarme, quería saber si habíamos ganado el "concurso de música", ya que esa era la excusa que todos poníamos, y los directivos también lo cubrían, y con la excusa de que solo entrabas a la "banda" por invitación, pues los que estábamos éramos los privilegiados aunque no por nuestros dotes por los instrumentos, les conté que habíamos perdido en nuestro primer concurso, pero que tal vez podría haber otro.
-No sabes lo mucho que te extrañamos idiota –me dijo Alizha de broma.
-Yo también Alfonsina –no hubiera dicho eso, ya que se me aventó como salvaje, haciendo que casi nos cayéramos enfrente de todos los que se encontraban en el salón.
-¡Cállate!, nadie me llama así Valentine, sabes que lo odio
-Si es verdad, perdón Alizha – le dije un tanto culpable
-Pero si Alizha ni se parece a Alfonsina, ¿porque te pusiste así mensa? – le dijo Rox mientras la aventaba suavemente.
-Pues porque me gusta, y de chiquita como me gustaba Alicia en el país de las maravillas, no podía pronunciar "Alicia" y le decía Alizha, así que todos me empezaron a decir así, y punto –le contesto toda orgullosa Alizha
-Pues Alfonsina también es muuuy original – dijo Rox y no pude evitar reírme ante la cara de las voy a matar que tenía Alizha.
-Me voy a mi salón, me toca mate, pero en la próxima clase que nos toca juntas las matare –dijo tratando de parecer ruda y se fue con sus aires de diva.
-Sí que le afecta que le digan así – me dijo Rox y fue cuando la maestra de química entro y todos nos pusimos en nuestros respectivos lugares, la verdad es que odiaba que nos mezclaran tenía amigos en todas partes, pero no era muy divertido, todos habíamos hecho una propuesta para el próximo año de que tuviéramos grupos normales, espero que si se apruebe porque no me gustaba, ya ni vi a Clarice, ni a André, el tiempo se pasó muy rápido, empecé a copiar los ejercicios en el pizarrón y para mi suerte no sabía nada, no hice los ejercicios y empecé a copiar los apuntes, diciéndole a la maestra que se los daría mañana, bueno con excepción de copiar un ejercicio resuelto para darme una idea de cómo hacerlos, acabe la clase por fin y cambie para entrar a Filosofía, no había tenido clase desde hace 1 semana, y creo que estaba atrasada, lo que no contaba es que esa clase también me tocaba con André, nos saludamos con un abrazo intenso y un beso en la mejilla y nos sentamos hasta atrás ya que ninguno de los dos queríamos poner atención, estuvimos platicando sobre ayer y obviamente yo evite el tema –Sebástian- para evitar problemas, él se encontraba muy feliz, al igual que yo con todo y mi caída triunfal, me rayo la mano y parte del brazo al estar jugando y el profesor nos mandó callar varias veces, no quería que nos sacara, así que empleamos las notitas, había muchos te quieros, corazones, babosadas y risas reprimidas, se acabó la clase y fuimos al receso, busque a Clarice con la mirada pero no la encontré, traté de sondear su mente y tampoco, alomejor no fue a la escuela, pero entrando en la cafetería ahí estaba con Esteban, Astrid y Josh, platicando abiertamente, me senté junto a ella ya que tratar de sorprenderla era algo muy inútil, y nos abrazamos, André se sentó al cabo de unos minutos por que había comprado unos chicles e inmediatamente se acabaron por que todos le pidieron, se encogió de hombros y tiro el paquete a la basura, el viaje nos unió, ya que antes no nos hablábamos entre clases y ahora parece que somos viejos amigos platicando de tonterías, sonó el timbre y yo maldecí entre mis adentros del poco tiempo que nos daban y me encamine a Educación Física, me tocaba con Esteban, así que nos fuimos juntos.
-¿Todo bien con Mr. Andrew? – me pregunto Esteban mientras caminábamos hacia la cancha, mientras esbozaba una sonrisa picarona.
-Todo bien – le dije mientras le golpeaba suavemente el hombro
-Qué bueno, tu sabes, me cae bien, me caes bien, sean felices ¿no?
-Que pacifico resultaste
-No es pacífico es ser realista, digo que sus problemas tenia solución y lo primero era hablarlos, sabes, yo impulse a André para que hablara contigo en el avión, estaba todo indeciso y yo le dije que el que arriesga no gana y bien que tenía razón.
-Gracias, no lo sabía.
-Supongo que no haz hurgado en mi mente, aprecio eso, gracias por no meterte en mis pensamientos.
-Eso trato
-Bueno pues gracias por eso
La clase fue de lo peor, todavía me dolían los golpes y mi profesor que esta medio virolo, hizo que corriera por la cancha por lo que tuve que fingir que me sentía muy mal, y me dejo sentarme con tal de no escuchar mis quejas, mi día paso un tanto aburrido, pero entre que contaba la historia de la "banda" y tomaba los apuntes que me faltaban para no hacerlos de tarea, me canse, así que cuando sonó la campana para salir, fui de las primeras en la puerta, para mi suerte haberme quedado sin receso por terminar los apuntes dio resultados, André que venía con la mochila a reventar no se paraba de quejar y Rox y Alizha, sonreían burlonamente ya que como se ofreció a cargar mi mochila, parecía maletero, pero al llegar a la entrada le dije que mejor me la diera, al fin no pesaba, solo traía mi libreta de siempre y mi estuche, ya que ya había repartido los regalitos a mis amigas, que en el momento en que se las di, se pusieron inmediatamente sus pulseras, pero bajando las escaleras de la entrada, todo el mundo miraba en una dirección en especial, al lado del estacionamiento había una flamante moto negra con gris, no reconocía la marca desde donde me encontraba, Rox exclamo un –wow- y Alizha un –oh-, ya que estaba impresionante, nadie había llevado una moto antes, y tras sondear la mente de algunos de mis compañeros, supe de quien era la moto, baje sin ver los escalones y cruce la calle un tanto apresurada, y no vi cuando alguien salto a mi espalda.
-¿Me extrañaste? –me dijo una voz muy conocida, mi amiga de las mechas azules
-Claro que si Julieta, 24 horas sin ti, es demasiado – le dije exagerando mi tono a uno más dramático.
-Yo lo sabía – y me dio un beso en la mejilla
-¿Dónde está Clarice?, les quiere presentar a alguien
-Va a cruzar la calle en 3, 2, 1
-¡Hola Julieta!, ¿Qué haces por aquí? –le dije Clarice y la abrazo.
-Pues aquí, acompañando a Bástian, pero antes de que vallas hacia el Val, les presentare a Marissa, los 3 venimos, puesto que se nos antojó, salimos temprano por que no tuvimos la última clase, espera –Marissaaaaaaaaa- , ahí viene.
-Gracias a que me llamaste, estar ahí con Mr. Bass, rodeado de gente, no es bueno, ya que como sabes empezó a alardear de estúpida su moto –dijo Marissa, era una muchacha de estatura mediana y cabello café obscuro un tanto ondulado y en capas, vestía unos jeans entubados, una playera con una guitarra con brillitos, y una sudadera negra que llevaba atada a la cintura.
-Por eso nosotras venimos en el carro querida, bueno te quiero presentar a mis amigas, Clarice y Valentina – dijo mientras nos señalaba con la mano y la saludábamos.
-Tu chico vendrá ahorita, no está muy contento –Clarice nos advirtió
-¿Tu chico?, uuu ¿Quién es?, no lo era Sebas…. –y Julieta le tapó la boca con una mano, mientas esbozaba una sonrisa.
-Hola Jul y amiga de Jul, veo que tu amigo no se cansa de aparecer.
-Pues ya vez, es un tanto impulsivo y ella es Marissa –le dijo Julieta, alzando los hombros en señal de resignación, mientras André saludaba a Marissa.
-¿Cómo supieron dónde estaba la escuela? – les pregunte
-Seguimos Sebástian, el sabia el camino – dijo Marissa
-Bueno creo que lo iré a saludar- dije
-Voy contigo –dijo André
-Ok, ahorita regresamos- y Julieta y Clarice solo pensaban que esto se pondría bueno, Marissa no sabía que pensar ya que no estaba enterada del todo.
Caminamos hacia donde se encontraba Sebástian con su flamante moto y antes de llegar un coche nos tocó el claxon, era Jack, tenía prisa ya que ni no tenía previsto estacionarse, André capto el humor de su hermano y solo lo miro con ojos de odio, se volteó hacia mí y me dio un beso rápido en los labios, y miro hacia donde se encontraba Sebástian –que infantil eres amor- le dije, y dándome una sonrisa fue por su mochila y subió al asiento del copiloto, Jack me saludo con la mano mientras aceleraba furtivamente como tanto le gusta y se fueron, todavía estaba medio atontada por lo rápido que surgieron las cosas, capte la mirada de Julieta y me hizo una seña de –a lo que ibas- y me voltee para ver a Sebástian.
-Hola Vale, ¿bonita sorpresa no es así? – me dijo ignorando a las chicas con las que estaba hablando.
-Preciosa, Sebástian – las chicas de mi escuela solo me miraba con envidia tras pensar –como es que lo conoce-, a lo que yo les respondí con una sonrisa un tanto sarcástica.
-¿No te gusta mi moto?, a todas les encanta y mas quien la lleva –me dijo guiñándome un ojo.
-Estoy de acuerdo con la 1era parte, ¿es una Suzuki?
-Bien, por lo menos tu si sabes de motos, –dijo haciendo énfasis en la palabra tú, mientras veía a las chicas que estaban viéndolo-, o por lo menos diferenciar marcas –haciendo ahora sí que se fueran sus admiradoras recientes, es una Suzuki King-B.
-Por lo menos tienes gusto para las motos, a mi papa le encantaría, por cierto vi una foto de tu padre, puesto que curiosamente era mejor amigo de mi papá.
-Pues si es que es coincidencia, al igual que soñar otra vez contigo –dijo mirándome fijo a los ojos .
-¡Hey Vale! –buen momento para interrumpir, gracias Julieta-pensé
-¿Qué paso Julieta? –le dije
-Ya nos vamos, aparte Clarice ya se fue y se me hace tarde para llegar a mi casa, vamos a estudiar para mate, voy pésima, mi maestra es un asco y Marissa me ayudara, así que nos vamos, ¿luego me darás un tour por tu escuela?, ¿también de chicos?, no es broma, bueno… sí, sí lo es, adiós, adiós, Sebástian ¿tú te vas después verdad?
-Si –le dijo mientras que los dos sabíamos que no tenía urgencia para irse, -no se le puede mentir a unos mentalistas-, se despidió de nosotros al igual que Marissa.
-Parecía nerviosa
-¿Tu crees? –me dijo en un tono irónico, mientras veíamos como salía un Jeep plata del estacionamiento, y nos saludaban ansiosamente mientras pasaron enfrente de nosotros.
-Entonces… ¿Te llevo a tu casa? –me dijo mientras hacia una sonrisa irresistiblemente seductora.
-No gracias, vivo cerca y puedo ir caminando
-Te puedo acompañar mientras llevo la moto
-No gracias de nuevo, aparte, ¿no tienes cosas que hacer? –le dije en un tonto un tanto cortante y me arrepentí de ello
-Así conocería a tus padres y podríamos tener su autorización para lo del jueves, ¿no lo crees? –maldición, sabe que no le voy a poder decir que no, aparte como tu dijiste no tengo nada que hacer.
-Voy por mi mochila –dije mientras entornaba los ojos y cruzaba la calle, algunas miradas curiosas me seguían con la vista y yo trataba no mirarles ya que con sus pensamientos tenía suficiente, supongo que Sebástian se estará divirtiendo de todo, Esteban se me quedo viendo con una cara de -¿Qué onda amiga?- con lo que yo le respondí con un gesto de hablamos mañana, baje las escaleras sin despedirme de nadie y volví a cruzar la calle donde se encontraba.
-Mañana será un día muy divertido para ti.
-Limítate a seguirme y espero que no hables mucho.
-Sabes que no será así, si te subieras a la moto no hablaría pero como no quieres, tendré que entretenerme mientras llevo la moto en punto muerto ¿no crees?
Llegamos a mi casa en menos de 5 minutos, abrí la puerta con mi llave, y tuve que sostener a Zulley mientras abría la puerta del garaje para que Sebástian pudiera guardar su moto, estaba el coche de mi papá, uno de los días que veía a comer, tenía que ser este.
-Bonito perro –dijo mientras le acariciaba las orejas.
Entramos a la casa y escuche la música de fondo que siempre ponían para comer, estaba Luis Miguel cantando Tu mirada, ya me había acostumbrado a sus canciones, ya que mi mamá es una fan innata de él y aparte tenía buenas canciones, así que no me desagradaba, pero tenía que pensar que les iba a decir a mis padres, aunque ni pude pensar porque mi mamá grito:
-¿Vale, ya llegaste? –no soy Zulley abriendo la puerta pensé, me dirigí a la sala y le dije a Sebástian que se sentara en uno de los sillones, lo cual hizo que dudara pero por fin accediera.
-Sí, oye podrías venir un momento con papá, tengo que presentarles a alguien –les dije con una voz un tanto nerviosa.
-Claro cariño, un momento – mientras escuchaba en sus pensamientos papá estaba pensando–a quien será ahora, la semana pasada fue al disque novio-, y Sebástian tendría que estar riéndose por dentro, por lo que le lance una mirada un tanto amenazadora, mi mamá y mi papá entraron al mismo tiempo y solo se quedaron viéndome hasta que vieron a Sebástian, él se paró en el momento en que yo lo hice y mi papá dijo:
-Eres igual a tu padre cuando tenía tu edad- su voz se notaba un tanto asombrada, estaba igual que yo cuando vi la foto anteriormente.
-Así es señor, siempre me lo han dicho, Sebástian Ferreyra, mucho gusto –le dijo estrechándole la mano, y después saludando a mi madre que se había quedado un tanto fuera de la conversación por estarme viendo, y aunque trataba de ocultar sus pensamientos, era realmente obvia y solo podía pensar que en que líos me estaba metiendo.
-En ningunos –dije contestándole a mi madre, la cual se sobresaltó, ya que no era propio que le contestara a lo que pensaba, solo lo hacía cuando estaba enojada y ese no era el caso.
-Bueno Sebástian, ¿Cómo están tus padres?, los saludas de mi parte por favor
-Muy bien señor gracias, yo les mandare su saludo.
-Pero hombre, hasta hablas igual que él, estoy impresionado, ¿no te quieres quedar a comer?
-Sería un gusto pero, tengo que llegar a casa, avise que llegaría tarde pero no me gustaría causarles un disgusto –que propio habla caray, tiene embobado a mi papá con unas pocas palabras.
-Pero si eso no es problema, ¿Qué tal si te quedas con nosotros a comer e invitamos a tus padres a cenar? –no le dio tiempo de responder ya que fue directamente al teléfono, nunca lo había visto tan así, supongo que al ver a Sebástian, recordó su época de adolescente, así que no quise reprocharle nada, cuando estaba entablando conversación con su viejo amigo, mientras yo me volvía al sillón, pensado lo extrañara que será mi tarde, Sebástian, me miraba fijamente y yo no podía apartar mis ojos de los de él pero lo único que podía pensar era en que a André esto no le gustaría nada.
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