No sabía que esperar cuando volteé, y decidí quedarme, estaba pensando en ¿Cómo hacia para que me quedara concentrada en él?, será porque no puedo leerle los pensamientos y eso hace que sea relajante para mí, pero a la vez quisiera saber que trama, ya que al verlo es un mar de preguntas.
-¿Por qué no te sientas?
-¿Aquí, afuera del baño de mujeres?
-Tienes razón, aunque no es que me guste que alguien más la tenga
-¿Sabes?, eres egocéntrico
-Sí, ya lo sabía- y puso una sonrisa como si le hubieran dicho un gran cumplido.
-Y extraño también
-¿Extraño?, humm eso nunca me lo había dicho, explícate.
-Pues… no se la forma en cómo eres, tus actitudes, tu seguridad…
-Con que te atraigo eh- su sonrisa se hacía cada vez más grande
-Yo no he dicho eso- le dije seriamente
-Pues lo puedo notar- ¿Cómo podía saberlo?, esto me estaba causando muchos líos, no podía atraerme alguien que apenas conozco, alguien que es presumido e idiota, y que tiene ojos extraños, aunque eso no es un defecto para mí.
-Obviamente no- le dije tratando de parecer muy segura.
-Pues no sé, no me gustaría estar en los zapatos de tu novio
-Yo tampoco quisiera que estuvieras en ellos.
-Tú también eres rara- y diciendo esto me dejo ahí, hablando sola.
-Creo que lo de huir se te da bien- le grite mientras se alejaba con paso firme, pero al oír mis palabras, regreso hacia donde estaba y me dijo:
-Creo que esta conversación ha terminado
-Yo creo que no, en primer lugar para que dices que me quede cuando después te largas
-Fuertes palabras eh, pues no me largo, sino que tiempo suficiente
-¿Tiempo suficiente? Que pretendes decir con eso, no me gusta que dejes tus palabras a medias
-Ok, despacio DE NUEVO, tiempo suficiente, notan nuestra ausencia en el comedor, se preguntan algunos de los que nos conocen y mas Julieta, no sé cómo no logras escucharlos.
-Si los escucho, solo que cuando estoy concentrada en alguien, solo trato de escuchar uno a la vez.
-¿Soy tu apagador?
-Se podría decir, pero si no fueras estresante, llegaría a ser muy relajante.
-Vámonos
-Tú te vas, yo me quedo
-Como quieras- y ahora no lo detuve, deje que los pensamientos regresaran y que aceptaran la realidad.
Para mi suerte Sebástian había enviado a Julieta acompañada de Clarice, por mi, diciéndome de que tenía que regresar ya que dirían quien ganaría más puntos y para la misión individual de mañana y que después les contara, en sus mentes estaban confundidas al igual que yo, así que me deje guiar por ellas y me senté en mi lugar justo a tiempo para que Arik empezara a hablar.
Buenas noches a todos, les quiero dar un fuerte aplauso para todos los estudiantes hoy, ya que se esforzaron demasiado para hacer que la misión de este bimestre allá sido un éxito, gracias a las escuelas que han regresado con mas vitalidad y fuerza que nunca, y un gran reconocimiento a las que se ingresaron con nuevos alumnos, la premiación será mañana por un acontecimiento que puede pasar en cualquier momento, varios de nuestros estudiantes se han lastimado por el nivel en el que se han realizado estas misiones, se han superado en su interior como en su exterior, por lo que quedan canceladas las pruebas individuales hasta la próxima misión, disfruten del resto de la noche, ya que se la merecen, mañana tienen el día libre, pueden salir a conocer un poco de la cuidad pero tienen que regresar antes de las 6, muchas gracias- diciendo esto bajo del estrado y se salió por una puerta anexa.
Empezó el cuchicheo y fue cuando supe quien era uno de los que se habían lastimado, era Santiago, Clarice estaba preocupada y lo único que le dije al oído fue – Al rato vamos a verlo, te acompaño, es donde está su habitación – y me abrazo. Algunos se empezaron a ir a sus habitaciones ya que daban por hecho que la fiesta no se iba a dar, con todo lo bien que había quedado el comedor para no hubiera fiesta, se me hacia absurdo así que le pregunte a Meester.
-¿Va a haber fiesta?
-No lo creo
-Ok, creo que mejor me voy- tenía que aclarar todo, así que era lo mejor.
-Voy contigo- ¿Cómo no lo vi venir?, pero ni modo de decirle no, ahorita no es buen momento, pero sería ahora o nunca.
-Ok, adiós a todos, nos vemos ahorita Clarice.
Salimos del comedor en silencio sin decirnos palabra, hasta que en el pasillo me dijo:
-¿Qué pasa?
-Porque no me dijiste nada y sé que me estas bloqueando para que no pueda leerte los pensamientos, si me hubieras dicho la verdad no tendría esta curiosidad, ¿Ya sabias no?, pero ahora soy yo la que estoy confundida porque te quiero y me gusta que me digas que pasa, y te diré la verdad, me gusta que Sebástian no pueda leerme la mente ni yo a él, pero eso no significa que quiera con él, porque solo te quiero a ti en estos momentos y no quiero que pienses que me está hechizando ni nada por el estilo -¿hechizando? De donde saque esa palabra- sino que todavía tengo que descubrir por qué pude tener esa visión y creo que no sé nada- y me empecé a reír por haberlo sacado todo lo que pasaba por mi cabeza, André que antes tenía unos ojos tristes ahorita se veía que se aguantaba una sonrisa, hasta que finalmente me abrazó.
-Sabes este día e estado llena de puros abrazos desde la mañana- le dije mientras el besaba mi cabeza de forma muy dulce.
-Sabes te e extrañado todo el día, aunque estuve concentrado, no podía dejar de pensar si te lastimarías.
-Pues no te mentiré, si me lastime y tengo muchos moretones, pero nada grave, ¿tú qué tal?
-Igual nada grave- y puso mi sonrisa favorita, -hay que seguir la fiesta, nosotros solos- me dijo
-¿Cómo?
-Ven, y tomo mi mano, mientras caminábamos por los pasillos del hotel hasta llegar a un pequeño jardín donde había un caminito que llevaba a un circulo que tenia pequeñas bancas en cada extremo, fue cuando supe que quería hacer.
-¿Bailamos?- y como si pudiera leerme la mente me tomo entre sus brazos, pero esta vez, bailamos sin música, sin que tarareara, solo con los sonidos de la noche que nos acompañaba tranquilamente, mientras nuestros labios se tocaban y suspirábamos, porque todo se había aclarado.
Me acompaño hacia mi habitación como un caballero, siempre lo ha sido y es de las cosas que tanto me gustan de André, muy presentable siempre, con todo y su peinado todo despeinado que luego me dejaba tocarlo, era muy suave al tacto y antes de entrar en mi habitación me beso por última vez, mientras yo jugaba con los mechones de su cabello y lentamente se separo de mi y se fue diciendo –Buenas noches- , siempre sabíamos cuando era el momento de despedirnos y aunque hubiera dormido antes, todavía estaba cansada, entré y ahí estaban Clarice y Julieta esperándome para ir a ver a Santiago, les dije:
-Me cambio y nos vamos
-Antes nos tienes que contar algo- dijo Clarice
-¿Qué pasa con Sebástian?- me dijo Julieta, ¿Qué pasa? Lo que pasa es que sus ojos se me quedaron en mi cabeza y no sé que voy a hacer para sacarlos de ella.
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