10 junio 2010

Cap. 15 Confundida por todo

No pensé que me fuera a decir eso, pero yo tampoco sabía que pensar, ya que pensé que confiaba en mí, decepcionada, así es como me sentía en estos momentos, ya que yo por decírselo, y el por entenderlo de otra manera, me pare y no lo volteé a ver, no por que tuviera coraje, sino porque no lo podía ver, sé que fue una discusión un tanto absurda, pero él era el que había puesto duda en mí y ¿Cómo podía entender eso?, después de que le dije a Sebástian que solo me importaba su opinión, ahora no sabía, y lo peor de todo es que sabía que no iba a ir detrás de mí, sino que se quedaría sentado bloqueándome para no entrar en su mente, como si eso fuera necesario, ya que en estos momentos no quería saber nada de él, camine y camine, hasta que me quede sentada al lado de un jarrón de flores que había en el pasillo, subí las piernas y las abrace, solo así se me pasaban los corajes, y cerré mis ojos, para poder pensar con claridad.

André

Sus palabras todavía sonaban en mi cabeza –Yo tampoco lo es ahora- fue lo que me hizo reaccionar de mi estupidez, los celos, los malditos, celos que me cegaban y que me hacían ver cosas que no eran, pero ¿Qué podía saber yo?, si cada vez que la tocaba, en mis visiones los veía juntos, esa era la razón para imaginarme que podría haber algo, pero no sucedería si yo no tendría estos impulsivos celos, pero, ¿A caso era tan inseguro para llegar a esto?, o será que el miedo a perderla de nuevo hace que me comporte como imbécil, no podía seguirla ya que necesitábamos nuestro tiempo para pensar en lo sucedido, y además que le podía decir, no, no, no, eso no era lo que quería decir, obviamente no, no podía decirle algo así, ya que estaba fuera del contexto y solo me hubiera visto con su cara de –no juegues conmigo- que hace cuando sabe que no le dicen la verdad o solo le estas dando vueltas al asunto, yo tenía que pensar que decirle y también controlarme ya que no quería perderla, aparte de que al bloquearla de mi mente, solo había hecho que se pusiera más triste, por el segundo en que nuestras miradas se llegaron a cruzar, lo pude saber, aparte no le iba a dejar el camino tan fácil.

-Creía que ya lo tenía fácil- lo dijo Sebástian, con su otra vez cara de machito-lo-puedo-todo.

-Deja de meterte en mi mente- lo amenacé

-¿O si no que?, yo no soy Valentina para que me puedas bloquear, ya que ni me conoces lo suficiente para ello, ni creo que puedas, así que ahórrate tus amenazas- Como podía ser tan sínico, de seguro escucho toda la discusión.

-No del todo, he de ser sincero, me hubiera gustado en verdad, pero, tampoco me tendría que estar metiendo en asuntos que no me importan, pero creo que metiste la pata, ya que yo fui el que la cito a esa hora justo para no generar problemas contigo, y ve lo que hiciste, estas bien wey, te concedo esa palabra ya que no quisiera pronunciar una que afecte mi imagen, sabes, podre parecer rebelde, pero no soy como los demás, aun así pienso que te mereces otra mejor.

-Tú no me dices que me merezco.

-Bueno, tal vez no, pero alguien te tiene que hacer ver las cosas, la puedes perder y estas discutiendo conmigo en vez de buscarla

-La conozco y necesita su tiempo.

-Al diablo con eso, si yo fuera tu iría por ella, pero exactamente como no soy tu dejo que las oportunidades se me escapen de las manos, mientras veo como el rival, si es que me quieres llamar así, me da consejos sobre cómo ir por la chica con la que el sueña y que en algún futuro, como lo has visto, si sigues tomando decisiones estúpidas podría acabar conmigo, creo que es hora de irme, no creo que soportes más verdades, con tu carita de niño bonito- y como si le encantara humillar a la gente, me dedico una de sus grandes sonrisas y se fue por fin preparado para salir, porque se ponía sus lentes oscuros, como me daban ganas de pegarle en su cara, pero él había hecho que me diera cuenta como estaban las cosas, así que o le agradecía o me sentía más estúpido de lo normal, porque mi rival como así dijo el, es más inteligente que yo.

Sebástian

¿Qué había pasado ahí?, acaso podría ser más arrogante de lo normal, creo que si, en ese momento lo demostré y solo por una chica, una con la que soñaba aunque no el típico, sino que ella soñaba lo mismo, pudiendo tener las que quisiera como siempre, una había atrapado una parte de mí, lo que ninguna pudo, ella lo consiguió con solo encontrarme, y lo peor de todo es que le ayudaba al otro a reconquistarla, pero como siempre no se iban a quedar las cosas tan fácil para él, y para mí tampoco.

Valentina

Lo único que no quería es que nadie me encontrara por un rato, por lo que agradecí, ya que cuando alguien pasaba, dudaban en decirme algo y luego se iban, ni Clarice ni Julieta vinieron, una de las cosas que más me enfadaban era que no confiaran en mí, algo que es básico para mi es la confianza y el respeto, así que ¿Qué pensar ahora?, no lo tenía claro, pero lo que si es que necesitaba saber el porqué, así que como no vino a buscarme, fui yo por él, alguien tenía que arreglar las cosas y si no era el, pues por lo menos quería respuestas, aunque seguía enojada, y mi cabeza dieras vueltas, mis 10 minutos de relajación no resultaron el efecto que pensé, y mientras caminaba hacia donde había dejado a André, me encontré con la sonrisa de autosuficiencia de Sebástian, y de sus ojos escondidos por unos lentes, que hacían que quitara la mirada, no hasta que me dijo

-El llorón sigue ahí, está pensado en ir o no a verte

-Creo que ya no tiene que hacerlo

-Perdón por haberte causado esto

-¿Desde cuándo pides perdón?

-Desde cuando sabes que no suelo hacerlo

-Lo supuse

-Bien, eres buena suponiendo cosas- y su sonrisa no paraba

-¿A caso no paras de sonreír?

-¿Prefieres que no lo haga?

-¿Por qué contestas mis preguntas con otras preguntas?

-¿Por qué quieres saberlo todo?

-Déjalo así

-Muy bien, ahora es tiempo de que vayas a verlo si no es que quieres que siga llorando

-No está llorando

-Ok, como quieras- y se fue riéndose como si le hubieran contado un gran chiste.

Cuando me volví solo pude ver su cabeza rubia regresando por donde había venido, ¿Qué carajos hace?, corrí hacia él y le dije

-¿Ahora qué?, ¿Te arrepentiste de irme a buscar?

-No me arrepentí

-¿Entonces?

-No sé qué decirte

-¡No sabes que decirme!- no podía seguir así de enojada, lo deje ahí parado y me fui hacia mi habitación para tomar mi bolsa y mis lentes de sol, necesitaba aire y lo necesitaba ahora, salí del hotel ya que podía disfrutar de mi día libre, tome un taxi hacia el centro comercial donde había estado ayer y recorrí las tiendas en lo que mi cerebro le ponía un nombre a lo que estaba haciendo, “terapia de compras” fue el primer nombre que se me ocurrió y mientras me olvidaba de todo, me puse feliz al tomar fotos como idiota con mi cámara y mucha gente muy amable accedieron a tomarme varias también, después de comprar varios recuerditos para mis padres, Ronnie y mis amigas, me compre un pequeño diario en el que usaría para dibujar, ya que en la portada estaba dibujado un hermoso árbol con una mariposa volando, por eso había llamado mi atención, amo las mariposas y estaba destinada a comprarla ya que era la única que quedaba en una de esas tiendas de antigüedades, en una de esas tiendas de moda compre unos hermosos brazaletes para Clarice y Julieta, había tenido su apoyo en este viaje y son muy buenas amigas, después de andar caminando sin parar y de estar cargando bolsas me detuve en una heladería, ¿Quién no se resistía al helado, en un día caluroso después de andar caminando?, obviamente yo no, sentada en una mesita de estar, me dedique a estrenar mi libreta que debido al calor lo que según yo iba a ser un bosquejo de la fuente del centro comercial, solo fueron círculos inconclusos, desistí y mi felicidad de había esfumado y era tiempo de regresar, estaba calmada y ya no podía comprar más, así que tome otro taxi y cuando llegue me estaba esperando Clarice, -que precisión- pensé y solo me dijo, ¿Por qué no me contaste nada?

-Estabas dormida y por si no te diste cuenta no he estado aquí en todo el día-

-Perdón, es que tú sabes tuve una visión de que Julieta te lo decía en privado y tú sabes-

-Clarice, no me dirás que son celos, -bajo su mirada-, no me dijo en frente de ti porque es mejor amiga de Sebástian y él le dijo que fuera en privado, así que no te pongas así, de todas formas te lo iba a contar, ahora ven y dame un abrazo que lo necesito, gracias a Dios que estaba ahí, necesitaba un desahogo y le fui contando todo mientras me ayudaba con las bolsas de cosas que había comprado, mientras las llevábamos a la habitación, no podía creer todo lo que había pasado en tan solo unas horas, Julieta llego sin tocar la puerta diciendo

-Lo sé todo, perdón por llegar así, pero te vi subir el ascensor, mientras Sebástian me estaba contando, por eso llegue un poco tarde, pero wow, sí que estuvo fuerte, sabes creo que le da oportunidad a Sebástian eh

-Yo creo que André esta triste, no comió nada a la hora de la comida – me había saltado la comida, por eso mi necesidad del helado, bien- me soltó Clarice, como si sintiera feo, por su falta de apetito

-Pues creo que hablare con él, pero no sé, ahorita no es oportuno, solo bajaría para cenar, porque tenemos que hacer las maletas para mañana regresar

-Tienes razón, ¿Pero entonces?- me pregunto Clarice

-Le hablare cuando sea el momento- y fue lo único que dije del tema, me dedique a arreglar las cosas que había comprado y a entregarles sus brazaletes que a las dos, les encantaron y hasta tirada en el suelo acabe por el abrazo que me dieron, me divertí mucho con ellas en el rato que estuvimos guardando todo en la maleta, no podía creer que mis semi-vacaciones de 4 días terminaran tan pronto, pero así tenía que ser, ocurrió de todo y nunca las olvidare, así que después de terminar con las maletas correspondientes y de que Julieta estuviera cambiando de canción a cada rato, bajamos a cenar que ya eran las 7 p.m. y mi estómago rugía por falta de comida, todos estaban en el comedor despidiéndose y pasándose teléfonos, yo me puse a tomar muchas fotos, demasiadas con todos los que había conocido, y a intercambiar números, es una experiencia muy buena, ya que no todos los días conoces a personas como tú, y que son agradables, bueno casi todas, cuando llegue a la mesa solo estaban sentados Josh, Esteban y Astrid que estaba hablando con Charles el del fuego, y parecía muy sonriente ya que el hacía chistes un tanto no tan chistosos pero se le agradecía el esfuerzo, ya que los dos estaban en sintonía, llego André normal, ¡normal!, bueno ni que yo estuviera tirada al piso, aparte no habíamos cortado ni nada, solo era una discusión que no íbamos a solucionar ahorita en frente de todos, me di cuenta que todos empezaban a regresar a sus mesas ya que Arik estaba a punto de decir quien había ganado, así que con una sola mirada dirigida a todos empezó:

-Muchas gracias por haber estado presentes en la misión de esta vez, espero verlos en la siguiente y sin mucho que decir ya que quieren saber quién gano ahí les va el 3er lugar y es para:

-Academia F.Ferdinard- muchos aplausos por parte de su mesa, no había hablado con ninguno de ellos, pero bueno les aplaudí por su éxito.

-Muchas felicidades, en 2ndo lugar – Instituto Nacional de Salvadoras – de puras mujeres, no las había notado hasta ese día, sí que me la vivía en mi mundo.

-Y ahora el primer lugar que tanto ansían muchos, pero que pocos obtienen el primer lugar va para:

-USC –la escuela de Santiago, pensó Clarice- y como era obvio el no paso al podio para recibir su trofeo, estaba en una silla ya que todavía le dolía el cuerpo, debió de haber sido una misión agotadora porque muchos estaban con algunas vendas en los brazos y en fin, que bueno que ganaron se lo merecían por su esfuerzo.

-¿No ganamos nada?- fue la voz impertinente de Susan

-Por si no lo has notado, no fuimos nombrados – le contesto Esteban

-La próxima vez estaremos más preparados- dijo Meester, pero yo sabía que aunque sea él quería un tercer lugar por lo menos.

No tenía ganas de quedarme en la fiesta aunque mis amigas me obligaron a que estuviera un rato desistí y salí de ahí, no fue una sorpresa encontrarme con que quien me siguió fuera Sebástian

-¿Te puedo ayudar en algo?- le dije

-¿Nos volveremos a ver?, tu sabes para lo que te dije ayer, creo que debemos de descubrirlo

-Sí, pero no esperes que pronto

-¿Por qué no?

-No lo se

-Entonces tampoco esperes que no sea ni tan pronto ni tan lejano.

-Acaso me estás diciendo…

-¿Que es cuando yo quiera?

-Sí, algo así

-Pues te equivocas, es más bien, cuando el momento sea el indicado, ahora hazme un favor, habla con tu llorón y ya pónganse felices, él ha estado como idiota y tu pues aunque estés bien por fuera, sé que no es lo mismo por dentro, no te gusto la desconfianza.

-¿Cómo lo sabes?

-A mí también me gusta que confíen en mí y viceversa, pregúntale a Julieta, ahora espero que tengas un buen viaje y luego nos veremos- puso una sonrisa torcida y se alejó como siempre lo hacía, dejándome con las palabras en la boca, pero esta vez no.

-Hey

-Tengo un nombre

-Gracias- le dije, ya que de alguna manera apreciaba su honestidad

-De nada- parecía que iba a agregar algo más, pero solo me miro por última vez y ahora yo fui la que se fue.

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