20 julio 2010

Cap. 19 Conocíendolo

Olaaa inmortales!! espero les guste el capítulo, trataré de subirlos mas rápido, pero la inspiración no es fácil xD!!, comenten pliss!!! su opinión es importante, saludoss!!

Resignación, esa era la palabra que buscaba mi mente cuando me senté en mi sitio habitual de la mesita de la cocina, en una de las cabeceras, era una cómoda mesa para cuatro personas ya que el comedor solo lo usábamos cuando venían los demás, no nos gustaba ya que estaba muy amplio cuando solo comíamos los 3, mi papá puso cara cuando supo que comeríamos en la cocina, -no era propia para el invitado de honor-, pero no dijo nada ya que Clau preparo uno de sus platos favoritos, costillitas a la bbq, y podía sentir que claramente estaba más que encantando, mi mamá seguía estudiándome y yo trataba de ver hacia otro lado, pero siempre me encontraba con esos ojos grises, y lo peor es que mi papá siempre me veía en esos casos y sonreía para sí, -¿Y André que papá?- pensé, pero con todo traté de ignorar sus falsas esperanzas, la comida surgió como si todo hubiera estado planeado, y no me sentía incomoda, sino que estuve realmente contenta ya que mi papá se la paso hablando de lo que llegaba a hacer con el padre de Sebástian, no me equivocaba de la enorme felicidad que tenía, estaba incluso emocionado, y cada relato que contaba me hacia reír, incluso hasta tomando agua, casi sentía que se me salía por la nariz, por lo que tuve que toser para no pasar ese terrible oso, solo pude ver la expresión de Sebástian, que era la de una sonrisa que no se podía aguantar ya que el adivinaba lo que pudo haber sucedido, y me limite a darle una de mis mejores miradas de odio, por lo que su sonrisa de desvaneció, siguió la ronda de preguntas que por lo general los padres hacen, él parecía experto en contestarlas y no dejaba su fachada de –yo soy genial- y a la vez tenía la de un ángel caído del cielo, no fue hasta que dudo cuando él le pregunto.

Y que, ¿no tienes una chica especial hijo? – no pude creer que le haya preguntado eso, sino lo que él respondió:

-No señor, ya que la chica que yo quiero, no está disponible –

-¿Y por qué no luchas por ella?, sabes Valentina yo luche por tu madre, cuando estaba un poco más grande que tú.

-Así es cariño, en ese entonces andaba con Tom, pero nunca quitaste el dedo del renglón verdad, hasta que bueno, es una historia muy larga y me enamoro sin querer –diciendo eso sus mente se remontaba en lo que debió ser el primer día que se conocieron, muy lindo, un poco extraño, pero lindo.

-Buenos tiempos – dijo mi padre, que ahora sus pensamientos se dirigían a como han pasado los años y en su retraso del trabajo.

-Creo chicos que es hora de irme, en la clínica me esperan los pacientes, pero prometo regresar para la cena, nos vemos al rato – se levantó de la mesa mirando su reloj y beso dulcemente a mi mama en la mejilla, al igual que a mí, y le dio un apretón de manos, típico de hombres a Sebástian, salió de la cocina, y supuse que la comida había terminado, por suerte, ya que no podía seguir el rumbo que había tomado la conversación.

-¿Hey Sebástian es tuya esa moto?, -dijo mi padre mientras se asomaba desde la entrada- esta genial, sabias yo antes tenía una moto Harley D. de pista, me encantaba, pero bueno, uno no puede conservarlo todo, de todas formas, si Vale hubiera sido hombre, también le hubiera comprado una moto –que perdón, hombre, ¿yo?- en eso no diferíamos tu padre y yo, pero ya me voy, sino se me hace tarde, que la pasen bien.

-¿Esta nervioso? –dijo Sebástian

-No, solo es así cuando se le hace tarde, habla mucho

-Así es el, pero bueno, los dejo con Clau, tengo que traer unos papeles del trabajo para el próximo número de la revista y luego ir a comprar unas cosas de la cena, no me tardo y haz tu tarea Vale, haz de estar súper atrasada- dijo mi madre, un tanto nerviosa que me quedara con Sebástian.

-Ya lo termine todo, Rox y Alizha me ayudaron

-Bueno, odio dejarlos así, que vas a pensar de nosotros Sebástian, no siempre huimos después de la comida, pero bueno, el trabajo es el trabajo, regreso – y como si todo hubiera estado planeado nos quedamos solos en la cocina.

-¿Estas satisfecho?, engatusaste a mis papás con tu falsa imagen de yo soy todo un caballero.

-Pues lo soy, solo que no lo demuestro a menudo, me gana más la hostilidad, y contigo más, puesto que no te dejas y es mas divertido.

-Obvio que no lo hago, pero bueno, salgamos de aquí, ya conté los imanes del refrigerador por lo menos 10 veces y no empezare de nuevo, aunque ya sepa cuantos hay.

-¿Y cuántos son? –dijo un tanto escéptico y alzando una ceja.

-34

-Veo que no tienes muchas cosas que pensar, o es que no piensas mucho –dijo con una de sus sonrisas de autosuficiencia.

-¿Me estas provocando?

-Podría ser, pero ese no es el punto

-¿Entonces cuál es?

-El que tu dijiste que salgamos de aquí, entonces ¿A dónde quieres ir?

-Vamos al patio, porque luego Clau escucha, ahorita está regando las plantas de la escalera, pero ven, sígueme

Salimos de la cocina, hacia el jardín, supongo que a todos los llevaba ahí porque era de mis sitios favoritos, había pasado los mejores momentos en él y en mi árbol, así que lo invite a que se sentara en el pasto.

-Sabes para ser una persona que conozco de hace días, haz logrado lo que muy pocas –dije mientras arrancaba pedazos de pasto, es un hábito que tenía.

-Creo que no se a qué te refieres, aunque puedo hacerme una idea.

-Pues tu solo compréndelo ok

-Ok, pero me dirás tu "punto" del que hablabas en la cocina

-Pues mi punto es que, no me dejo porque simplemente, me molesta que seas así, me caerías mejor si dejaras a un lado tu capa de acero, porque así lo veo, y con todo y que no puedo leer tu mente, uno aprende a ver el corazón, sí, sé que pensaras que, qué idealista soy o no sé, pero sería bueno que te abrieras más, decir lo que piensas luego es bueno.

-Está bien, aunque luego no digas que soy muy hostil, pero te propongo ya que hoy prácticamente estaré todo el tiempo contigo, solo debes de decir lo que piensas, sin censuras, espero que seas realmente honesta, ya que yo lo seré – decirle todo lo que pasa en mi cabeza, será algo, ahh, perturbante

-Muy bien, ahora sabré lo que las otras personas sienten al saber que puedo leer sus mentes, me gusta ver la forma de las nubes, y lo digo porque pienso acostarme a verlas, te toca – y mientras me acosté en el pasto pude ver que lo pensaba- ¡Hey!, tienes que decirlo todo, no lo pienses, esta es tu idea ¿recuerdas?

-No tienes que recordármelo, pero bueno, empezare con que no tengo una capa de acero, simplemente es difícil de explicarlo, cuando pueda encontrar palabras adecuadas te lo diré.

-Está bien, espero que lo hagas, pero no te presionare, porque solo are que te enojes, y así no será agradable pasar el rato.

-Me conoces mas de lo que pensaba, eres rara

-Al igual que tu, entonces ¿qué quieres hacer?

-Pues ¿te gustaría dar una vuelta en mi moto?

-¿Tienes un trauma con tu moto?, o simplemente es un amor material hacia ella, creo que te encanta

-Tienes razón me encanta, pero no es la única – ok, rumbo peligroso.

-¿Vendrá tu hermana al rato?

-Sí, no la dejarían sola, preferiría que no viniera.

-Que feo eres, que no tu hermana era tu favorita y no sé qué tanto me dijiste en el avión, ¿o era puro choro?

-Digo que no quiero que venga porque se nos pegara todo el rato

-Creo que no será problema, tengo una prima de 14, que aunque sea más chica que yo, no se es extraña, a veces actúa toda extraña, no creo que sea peor que ella.

-¿Acabaste de ver tus nubes?

-¿Porque?

-Porque Clau se acaba de asomar por la ventana con una cara como si yo te fuera a violar

-Que tonto, como crees –y me incorporé para cruzarme de piernas

-Pues no creo que hubiera sido una agradable sonrisa, pero para lo que me vale, como si no me vieran así.

-Pues déjala, quien sabe que tendrá hoy, no ha de ser su día, si ya está empezando a hacer frio, ay que entrar

-Yo no tengo, ¿quieres mi chamarra?-

-Este… no, no gracias – pero ya se la había quitado y me la había puesto en los hombros, Dios, que delicioso olía y aparte estaba calientita.

-¿Y tú?

-Yo estoy bien, los hombres resistimos más el frio.

-De todas formas creo que…

-Antes de que continúes, creo que tienes miedo

-¿A qué?

-A subirte conmigo a la moto

-Eso no es cierto, si a mí me gustan, pero no sé, no es lo mejor

-¿Por qué no?, no seas cobarde.

-Ok, solo porque nadie me llama cobarde por algo que ni al caso, pero esta bien, diremos que vamos a la papelería, aparte tengo que comprar una cartulina

No puedo creer que accedí, una vez que me puse el estúpido casco, me veía como una rockera, ya que obviamente me fui a cambiar de ropa, mis jeans favoritos, una playera gris que decía "NO DIRECTIONS", y una sudadera negra, le trate de dar su chamarra pero el no quiso ya que dijo que la necesitaría si es que iba a ir con él, así que mi imitación de Joan Jet, con casco estaba lista para probarle que no tenía miedo, la tarde cada vez se hacía más gris, así como los ojos de Sebástian, parecía que estaba a juego con las nubes, y no se podía ver mejor –ok, yo no pensé eso-, abrí el garaje y sacamos la moto, tenía las llaves en mi bolsillo como siempre y fue cuando Sebástian arranco la moto, cerré el garaje y vi a Clau viéndonos desde la ventana con su gesto de desaprobación, la ignore puesto que no era el momento de juicios, Sebástian ya estaba sentado en ella por lo que yo lo imite.

-¿Lista?

-Lista

-Bueno sujétate fuerte, ya que lo necesitaras –pase mis brazos alrededor de su cintura y pude sentir la tensión de sus músculos a través de su sudadera gris, coincidencia de color, a lo mejor, no pensaba en el cuándo me cambie, sino en el clima.

Arrancó sin dejarme asimilarlo y no se limitó solo a andar, sino a meterle velocidad, debí de haberlo pensado antes, pero no me desagradaba la sensación de que el viento se llevara mi cabello con todo y el casco, la adrenalina la sentía al tope y sabía que tenía una tonta sonrisa en mi cara, empecé a reírme sin motivo alguno, y eso hizo que Sebástian girara un tanto la cabeza para verme –Hey cabeza al frente ok, no quiero accidentes, a la vuelta esta la pape- se rio de mí, ya que debí de haber sonado como abuelita, pero pareció mas divertirle que frustrarlo, sabía que no podía hacer nada, ya que ahora él estaba al mando, parecía, que se iba a pasar un alto, pero descendió la velocidad para no tener que dar un fuerte enfrenan.

-¿Me puedes decir que es tan divertido?

-Todo

-Bueno no es la respuesta que esperaba, pero me gusta tu risa, y no me digas que hacer, yo sé lo que hago- pude ver su sonrisa por los espejos de la moto, y supe que estaba disfrutando el momento así como yo, pude vernos en el reflejo de un local y después dimos un fuerte arrancón para dar la vuelta, le di un pequeño toque en el hombro para indicarle donde estaba, con lo que el tubo que frenar, y yo me sujete fuertemente.

-Ya llegamos, abre los ojos –ni me había dado cuenta que los cerré a la hora de frenar - puedes hum soltarme, vamos a bajar.

-Perdón

-No te preocupes, yo también tuve que frenar como loco, olvida que dije eso ok.

-Me parece

Entré en la papelería, donde me quite el casco y mi cabello estaba revuelto, lo tenía un poco electrizado y alborotado por el viento pero no me importo –Buenas tardes, me podría dar una cartulina azul por favor-, el señor detrás del mostrador, a veces era un cascarrabias, pero tenía la papelería bien surtida, así que no me molestaba ir ahí por lo que necesitara, regreso con mi cartulina enrollada, le pague y salí, algunas de las personas que se encontraban en la calle, miraban directamente a la moto y en el caso de las chicas miraban directamente a su dueño, el cual ni se inmutaba de verlas, él estaba junto a la moto, parecía modelo promocionando la moto y con el cabello alborotado se veía mucho mejor.

-Bonito cabello -me dijo mientras tomaba un mechón de mi cabello y después lo dejaba caer.

-Gracias, sé que te gusta –le dije en un tono de broma

-La verdad es que si, con todo y que parece un nido de pájaros, vamos sube, hay que aprovechar el tiempo –traté de ignorar su desagradable comentario.

-Una vuelta más y ya, porque tenemos que regresar rápido, sino Clau nos acusara

-Pues yo creo que tu padre no objetaría nada, estaba muy complacido conmigo

-Pues con el no tengo problema, sino con mi mamá, así que vamos

-Sabes tus ojos se ven grises ahorita

-Es por el reflejo de la playera y el clima, pero los tuyos se ven más claros de lo normal

-Cambian, como los tuyos, pero aun así me gustan más los tuyos, sube, no pierdas el tiempo, luego podrás admirar mis hermosos ojos

-Si así lo dices – y le di un ligero codazo al subirme, con lo que pude sacarle una brillante sonrisa.

Regresamos a la casa tras pasar por la escuela y dar una vuelta a la manzana completa, pero por la velocidad en que íbamos solo fueron unos minutos, mi cartulina estaba toda arrugada y no me importo, el paseo fue de lo mejor y solo quería volver a experimentarlo.

-Ya que he visto que no eres cobarde, tal vez un día te gustaría que te enseñe a manejarla, no es difícil

-Pues tengo que pensarlo, a parte yo no podría manejar como tú a esa velocidad, si no fuera porque puedes sondear el tráfico, no me hubiera sentido segura, de todas formas gracias por el paseo, fue rápido.

-Cuando quieras, ya vez si hubieras accedido a la primera…

-No estaríamos ahorita aquí

-Podrías tener razón

-¿Quieres ver una película?, es eso o un juego de mesa, no tengo más, futbol quizás, pero me ganarías y seria patético, o bádminton soy experta en ese deporte pero por el aire no sería bueno, así que tu dime.

-Voto por la peli, pero si yo escojo, no me gustaría que me pusieras una sentimental y después tuvieras que llorar en mi hombro

-No planeaba eso

Le enseñe donde estaban los dvd's de la sala y el empezó a buscar mientras yo le pedí a Clau que hiciera las palomitas, cuando ella me dijo que había estado sonando mi teléfono, subí rápidamente a mi habitación y vi que tenía 3 llamadas perdidas de André, ¿le llamo o no llamo?, le mando mensaje, no, ya teclee su número y me respondió al segundo timbrazo

-Hola Vale, ¿Cómo estás?

-Bien, ¿tu?

-También, solo que la tarde está bien triste, te extraño, ¿Qué haces amor?

-Pues fui a la pape con Sebástian, es que se quedó a comer, y es una larga historia, ¿André? - le dije, pues se habia quedado mudo.

-Ah, bueno, si está bien, digo que bueno que te acompaño, para que no andes sola por ahí, pero, bueno, ahh, nada Vale, hablamos mañana, no quiero ponerme heavy, entonces no hay problema yo confió en ti

-Gracias amor, mañana te cuento todo, te quiero

-Yo también, adiós.

-Adiós

Valla que duro es eso, pero André por lo menos ponía de su parte, pero ni modo que le contara todo por teléfono, dejé la cartulina encima de la cama, baje la escaleras y Sebástian ya estaba sentado en el sillón comiendo a gusto las palomitas, hizo un ademan de que me fuera a sentar a un lado y así fue, en la tele estaban Los Ángeles de Charlie y le pregunte:

-¿Con que te gusta Cameron Díaz?

-No es eso, sino que es de mis favoritas, así que toma palomitas si es que quieres, ya se van a acabar

-Parece que mi casa es la tuya

-¿Pues no es así cuando somos amigos?

-Pues sí, supongo

Empieza la peli, no pensé que fuese de sus favoritas pero tampoco quería preguntarle, todavía traía puesta su chamarra y no pude evitar oler su loción, era hipnótica, por lo que me la quite y la deje a un lado, el me miro pero volvió a la película, tome palomitas y los dos no dijimos nada en un tiempo hasta que el rompió el silencio diciendo:

-¿Quieres saber de quién estaba hablando con tu padre? – sus profundos ojos estaban claramente posados sobre los míos, y no podía bajar la mirada de ellos

-¿Hablando de qué? -me agarro desprevenida por lo que no pude captar a donde iba la conversación.

-Sí, de que si me gustaba alguien, y que yo le dije que ella estaba ocupada

-Ahh de eso - no, no vuelvas al tema

-Responde con sinceridad, quieres saber, recuerda que estamos comprometidos a decir todo lo que pensamos

-Pues ya dime, bien que quieres decírmelo

-Y tú lo quieres saber

-Suéltalo - le dije sin llegar a afirmar o negar nada.

-Pues, es una persona que acabo de conocer

-Ya Sebástian, tú no eres de lo de rodeos, ya dilo - me empezaba a desesperar las vueltas que le daba.

-Puede que tú ya lo sepas, porque eres tú – dijo y diciendo eso me dejo sin palabras, por lo que no pude pensar más, ya que estaba perdida entre lo que dijo y sus ojos, ¿en que me estaba metiendo?, no lo sabia... aún.

1 comentario:

..*D!¡ana: dijo...

-hola isabella soy diana, un gusto, empecé a leer tu blogg hace tres días grax al vr tu banner en otos blogs y su atractivo titulo.
Pensé que era de vampiros, pro al empezar al leer me llamo la atención.

El capi te quedo genial, espero q publiqs pronto, ya que la curiosidad me mata. Si quieres pasate por mi rinconsito: www.carlirosabelladaps.blogspot.com
y me das tu opinion. Cuidate y besillos...

Att:...*D!ana